Objetivos generales:
Establecer rutinas: La rutina reduce la ansiedad, representa seguridad para el paciente. Ejemplo: Mantener su independencia ayuda a mantener su autorrespeto, su autoestima, su identidad.
• Ayudarle a mantener su dignidad: Resguardando su privacidad, el cuidado del aseo, peinado y vestimenta debiera ser adecuado a la cultura y preferencias del paciente, respeto por el paciente. • Evitar la confrontación: Los conflictos causan estrés ansiedad que acentúan las dificultades de convivencia del paciente con el resto de la familia. • Entender el “EL AQUÍ Y AHORA” del paciente: Es aconsejable que las personas que cuidan un enfermo con demencia comprendan que el momento que vive el paciente “EL AQUÍ Y AHORA”. No importa cuán ilógica pueda parecer esa realidad, es la que el paciente está viviendo y se le debe dar la importancia que él le da. Se ha comprobado que si el cuidador entra en el tema que el paciente propone, en lugar de burlarse, criticarlo o confrontarlo con la realidad objetiva, logra mayores respuestas de parte del enfermo y lo ayuda a utilizar las capacidades físicas y cognitivas que aún le quedan. • Estimular la reminiscencia: No importa cuán repetida sea su historia, debe estimularse especialmente si conlleva recuerdos positivos, buen humor, placer de épocas de juventud, etc. • Tomar medidas de seguridad: La pérdida de la coordinación psicomotora y de la memoria aumentan las posibilidades de accidentes, el paciente con demencia pierde el sentido del riesgo o peligro. Por su deterioro neuronal, no es capaz de aprender de la experiencia y lo que le causó daño minutos antes puede causárselo de nuevo, ya que no será capaz de evitarlo.
RECOMENDACIONES PARA PREVENIR ACCIDENTES EN EL HOGAR
• Quitar alfombras individuales • Pintar los escalones con colores llamativos y diferentes Instalar chapas fuera del alcance del paciente en puertas y ventanas peligrosas para evitar caídas y extravíos. • Dejar luces encendidas en la noche. • Cerrar llaves de paso de gas y agua • Proteger enchufes y cables eléctricos para evitar accidentes.
Estimular la salud y el ejercicio físico. (Caminatas)
• Se debe estimular el simple ejercicio de levantarlo a un sillón, tratando que pueda ponerse de pie aunque sea algunos segundos cada dos horas, para evitar las lesiones por compresión prolongada en los puntos de apoyo. • Cuando el paciente ya no colabora, es aconsejable realizar ejercicios pasivos de extremidades, preocupándose de movilizar todas las articulaciones. • Si el paciente está postrado, realizar cambios de posición cada dos horas, día y noche, evitando así las escaras de decúbito. • Hacer lo máximo por ejercitar las habilidades que aún conserva el paciente: Algunas actividades relacionadas con su trabajo pueden estimular el sentido de identidad y la dignidad de las personas. • Es importante ayudarlo a practicar o interesarse en actividades recreativas, artísticas, deportivas que puedan ser importantes para el paciente (música, baile, etc.)
Mantener la comunicación
Para lograrlo:
• Asegurarse que la capacidad sensorial (oído, vista) sea suficiente. • Hablar claro, lento, cara a cara y a nivel de los ojos. • Mostrar afecto y estima. (contacto físico, tomar de la mano, dar palmadas afectuosas). • Poner atención al lenguaje corporal del paciente y tratar de comprenderlo. • Estar consciente de nuestro propio lenguaje corporal y exagerarlo para que el paciente comprenda. • Averiguar qué se necesita para comunicarse efectivamente con el paciente. • El paciente puede llegar a ser incapaz de manifestar sus propias necesidades y deberá entonces interpretar el lenguaje corporal o los signos que revelan una carencia o incomodidad.
Hambre y sed:
• Un paciente con demencia depende de su cuidador para recibir el aporte nutritivo necesario, es decir una dieta equilibrada en cantidad y calidad. • A menudo el paciente con Alzheimer tiene poco apetito, puede ser porque ya no entiende lo que es comer o porque no reconoce qué es “tener hambre”. • Las horas de comida deben ser parte de una rutina calma y relajada. Es bueno estimular al paciente a comer, y premiarlo cuando lo hace. Es más fácil usar cuchara en vez de tenedor y cuchillo, o darle comidas en que pueda usar las manos si lo prefiere. No hacer críticas si bota o ensucia. Si tiene problemas para masticar, dar papillas. • Tomar líquidos, aproximadamente ocho vasos al día, para evitar constipación y deshidratación.
Eliminación
Tienen incontinencia ocasional, especialmente de orina
• Si la incontinencia de orina aparece bruscamente, si la orina tiene mal olor o color oscuro, el problema puede ser una infección urinaria. • Puede ser la hipertrofia prostática (en hombres) y la constipación severa. • Algunos medicamentos también puede contribuir a incontinencia; sedantes y tranquilizantes pueden reducir la sensación de orinar y también enlentecer el instinto de ir al baño. • Si la incontinencia se debe principalmente a la confusión que va aumentando con la enfermedad: -Asegurarse que el paciente no beba gran cantidad de líquido, tarde, antes de acostarse. -Disminuir el té y café que tienen acción diurética. -Estimularlo a ir al baño antes de acostarse. -También puede ayudar el despertarlo una o dos veces durante la noche para orinar. -Es aconsejable que el baño esté cerca del dormitorio. -Si no es posible, es aconsejable el uso de chata o pato. -Es conveniente usar cubierta de plástico para el colchón.
Temperatura:
El paciente puede no darse cuenta, o puede no saber comunicar que tiene frío o calor, para lo cual el cuidador deberá estar atento; por ejemplo, tomar sus manos y cara para ver si están muy frías, o, por el contrario, el paciente se observa con signos de transpiración o enrojecido por el calor.
Higiene:
Los pacientes con demencia a menudo rechazan bañarse. Todo lo referente al baño requiere tacto y diplomacia. Si el recordarle que debe bañarse ya no surte efecto, será necesario establecer una rutina que lo ayude a llevar a cabo las tareas que esto implica. Cuando su motivación ha desaparecido, debe asegurarse que tenga un evento para el que valga la pena estar bien aseado y peinado, por ejemplo, alguna actividad que le guste, como ir a un centro diurno, de compras, etc.
• Si no es capaz de bañarse solo, tratar de ayudarlo en los pasos a seguir, pero siempre tratando de dejarlo hacer lo máximo por sí mismo. Es aconsejable para los adultos mayores bañarse dos o tres veces por semana, puesto que la piel tiende a resecarse con los lavados muy frecuentes. Bastará entonces con un baño parcial, cuidando de lubricar bien la piel diariamente. • El lavado del cabello se hará una vez por semana, tratando siempre de lograr su colaboración para que estas actividades sean placenteras. • Si se agita y se enoja cuando tratan de bañarlo, lo mejor es postergar el intento para otro momento.
http://www.compendiodenfermeria.com/139-paciente-con-alzheimer/