Cuando se oye hablar de clásico japones, la mayoría de amantes del motor dejan de hacer lo que estaban haciendo para enterarse de lo que está pasando. Hay varios modelos que han marcado un antes y un después, como por ejemplo el GTR 32, vehículo que en perfectas condiciones se está ofreciendo al mercado por unos 40 mil euros aproximadamente. Pero hay uno en concreto que tiene embobados a los apasionados de lo JDM. Y este es el Toyota AE 86. Fico, desde Peru, nos trae la historia de como llegó a sus manos esta obra de museo.
Comprar un coche clásico es difícil, pero más complicado es rehacerlo de cero. Así resucitó este Toyota AE86.
En el 90% de los casos, tener un coche clásico japonés, americano, o de la nacionalidad que sea viene acompañado de sentimientos. En el caso de Fico la gasolina viene adherida al ADN de su familia. Resumiendo, desde bien pequeño Fico ha estado metido en el mundo del motor, habiendo competido en karts desde los 11 años hasta los 17 y llevándose a casa dos campeonatos nacionales en Peru. Luego, con 18 años se metió de lleno en las competiciones de Autocross, logrando ganar un campeonato y un tercer puesto. Y en 2014 logró uno de sus sueños, siendo este poder correr en el campeonato de circuito turismo competición (tc2000). Esta es la categoría de mayor rango el país Sud Americano. Pero los resultados no fueron buenos por lo que decidió, gracias a la ayuda de muchas personas, reconstruir todo el coche de cero para volver a competir. Pero de mientras, el mono de volver a tener entre manos una máquina que le de sensaciones era realmente elevado. De ahí que quisiese comprarse un coche icónico. Reconoce que buscaba un tracción trasera y que sea clásico.
Fico ha tenido a su lado desde que era pequeño esa figura de padre entusiasta por el mundo del motor, de los coches japoneses y principalmente de la marca Toyota, habiendo tenido en posesión celicas gt, un corolla liftback gt, etc. Es por eso que, a finales de 2015, cuando un día su padre entró en su habitación para hacerle una consulta y vio que su hijo estaba buscando en internet coches oldschool y de tracción trasera quiso ayudarlo con la búsqueda. ¿Que coche era el idóneo para Fico? Sin lugar a duda, su padre reafirmaba que este tenía que ser un Toyota AE86. Habían varios que no estaban a la altura, pero vieron uno que pintaba realmente bien. Aún así, Fico no estaba muy convencido ya que el vehículo tampoco estaba en unas condiciones estupendas que digamos.
Indiferentemente se lanzó a la piscina y siguiendo los consejos de su padre compró el Toyota AE86. Nos confiesa que en cuanto tuvo el coche, lo llevó al taller y realmente no sabía por donde empezar. No sabía que hacer. Pero se pusieron manos a la obra y decidieron desmontar todo el coche por completo y rehacerlo de nuevo de la mejor manera que él pudiese.
Puede que sea una locura, pero es la mejor manera de reanimar un coche con más de 25 años por delante.
Empezó el proceso de restauración a mediados de Julio de 2015 y lo termino 10 meses después. No fue un proyecto de esos que se van haciendo con calma. Él quería tenerlo cuanto antes. Fico reconoce que hubieron un par de momentos en los que estuvo a punto de desistir y mandar el proyecto bien lejos, pero luego cuando pensaba en lo que quería lograr y sobre cuando se imaginaba como quedaría, volvía a coger fuerzas.
Como consejo principal, quiere comentaros a todos los lectores que estéis pensando en reconstruir un clásico, que os olvidéis de todo lo que os puedan llegar a decir o cuestionar sobre lo que haréis. Centraros en vuestro objetivo e ir a por el al 100%. Habrá mucha gente que os tomará por locos. Pero esto tiene una explicación.
Ellos jamás podrán ser capaces de sentir lo que es tener tu propio coche habiéndolo restaurado desde cero.
Este Toyota Corolla Levin Coupe AE86 que nos trae Edu fotografiado desde Peru ha sufrido las siguientes modificaciones para estar en el estado en el que lo podéis ver. Su motor ahora es un 4AGE 20V Blactop, la caja de cambios es la Toyota T50, la suspensión es KSport, los frenos delanteros son Willwood de 4 pistones y disco de 13″, y los traseros son originales de la Toyota con los mismos discos que los frenos delanteros.
Las llantas son Black Racing en 15×9 y los neumáticos son los Yokohama Advan A048 en 205/50/15.
Sin lugar a duda, una restauración de 10 que seguro que dará envidia a todas aquellas personas que jamás confiaron en que Fico pudiese lograr construir.