Compras de Reyes

Publicado el 03 enero 2013 por Dolega @blogdedolega

Que no iba a ser fácil ya lo sabíamos, lo intuíamos. La experiencia en estos casos, hace que ya nos hagamos una idea de cómo va a ser la cosa.

-No te preocupes Madre, que ahora las cosas son mucho más sencillas que en tu época. Ahora vamos tecnificados, ya verás.

Siento que los pelos se me ponen como escarpias. Tenía pensado un solitario día relajante y bloguero y creo que la cosa va a ir por otros derroteros.

Se decide por votación popular, o sea, porque me da la gana que para eso soy la que conduce, que hagamos las compras “de allá para acá”. Enfilo la autopista directo al centro comercial en cuestión. Mientras, El Niño me pone al corriente de los avances técnicos en cuestión de cartas a los reyes.

-Madre, ahora las cartas a los Reyes llegan al Smartphone con sus imágenes, referencias y lugares de adquisición. Así que no hay posible margen al error. Todo está fríamente calculado y las compras van a ser rápidas y limpias.

Lo miro con escepticismo; es lo que tiene haberse criado en el campo.

El prólogo a “las compras rápidas y limpias” son trescientos Whatsapp de ida y vuelta entre todos los que tienen la carta de su Princesa, o sea, padres, hermanos, abuelos, primos, tíos, para ver qué ha comprado quién y qué es lo que no ha comprado nadie, después de restarle lo que ya ha comprado él.

Terminado el sudoku, asisto a una nueva forma de comprar, a saber:

Se llega a la tienda y ni se mira lo que hay. Se busca una dependienta, se le enseña el móvil.

-¡Ufff agotadísimo chico!

Se vuelve a mirar el móvil.

-¡Tampoco, que va nada!

Se vuelve a mirar el móvil

-Esto sí lo tengo, pero en blanco.

-No, pero la referencia es del negro.

-Pues entonces nada chico, está agotadísimo desde principio de temporada.

…tic tac…tic tac…¡¿Coño, y ahora qué hacemos?!

Empiezan las miradas perdidas por la tienda y los comentarios inseguros tipo “yo creo que esto le gustará” “sí, la conozco y creo que esto le va a gustar” “creo que un día dijo que le gustaría uno de estos” Siento un olor a humo. Creo que son las neuronas que están sufriendo un calentón de estar ahí todo el rato pensando y tratando de decidir sin ningún tipo de asistencia técnica…Ufffff.

-Pide el ticket regalo por si lo quiere cambiar y eso…

-¡Sí señorita, por favor, el ticket regalo por si lo quiere cambiar!

Sonrío y pienso-Tú sí que estás rápido y limpio-

-Vamos a desayunar, Madre que me ha entrado hambre.

-¡Es que liberar tanta energía así de sopetón son un huevo de calorías!

-¿De qué hablas?

-De nada, yo me entiendo.

-Cada día estás peor, Madre. Me estás empezando a preocupar.

-¡Pues anda que tú a mí!

Desayunamos y no llevamos ni un duro ninguno de los dos. Le pregunto a la camarera si aceptan tarjetas, me dice que sí. Le doy la tarjeta y me trae el TPV para que meta la clave y me dice que me vaya con él a la mitad del pasillo del centro comercial porque en la cafetería tienen muy mala cobertura y sino la maquinita no conecta con el banco. El Niño me mira.

-¿Porqué todo contigo tiene que ser en plan surrealista? Mira que salgo por ahí y nunca me pasan estas cosas. ¡Solo cuando voy contigo!

-Pero a pesar de todo insistes ¿ehhhh jodío?

Nos ponemos en la mitad del pasillo con la maquinita en la mano a modo de buscador de metales. La gente que pasa nos mira con curiosidad. Enfocamos y enfocamos buscando las ondas Wi-fi pero nada, el mensaje una y otra vez es “error en la conexión”.

-En serio, Madre lo tuyo es increíble.

Me quedo como rehén en la cafetería mientras el Niño va a un cajero, que está lejísimos, a sacar dinero.

Vamos a por el resto de regalos que son comprados de la misma forma, es decir, móvil en mano.

Mientras, va recibiendo actualizaciones de cómo van los cambios en la carta a los Reyes, porque todo el mundo anda de compras. Así que antes de cada compra hay que consultar el sudoku para no duplicar regalos. Vamos algo relajado, además de “rápido y limpio”

En uno de los sitios se genera una situación de tensión con dependienta de mediana edad y mucha experiencia.

-Es el modelo marrón.

-No, yo lo veo negro en la foto.

-Pero ese modelo es marrón, porque no lo hay en negro jovencito.

-Juraría que es negro. En la foto parece negro.

-Pues yo te digo que es marrón, así que tú verás si es lo que quieres.

Tic tac…tic tac…

-Vale póngamelo.

Uffff ¡Menos mal! Ya estaba temiendo otro recalentón neuronal.

Reporte puntual en el sudoku y cuarenta Whatsapp después esboza una sonrisa.

-Ya hemos terminado, ¿ves qué fácil? Ahora solo me queda comprarle algo que se me ocurra a mí.

-¡¡¡Huyyy hijo, eso mejor lo dejamos para otro día!!! Yo creo que por hoy ya hemos cumplido.

Y enfilo el parking a trote cochinero sin dar opción a ninguna alternativa.