Una de nosotras, y su familia, es muy fan de la comida oriental y, desde el confinamiento, han sido varias las veces que la han pedido a domicilio. Estos restaurantes suelen entregar un obsequio con cada compra; en esta ocasión, una botellita de un licor cuyo nombre desconocemos y que, en honor a la verdad, no estaba especialmente bueno... Sin embargo, la botellita de cristal que hacía de contenedor era una monería. Por eso, en cada entrega de comida, lo primero que comprobábamos era que viniese el deseado presente... Noveleras, un rato...
Dos de ellas nos han servido para el trabajo que hoy os presentamos. A la primera, le dimos dos manos de pintura blanca a base de pequeñas presiones...
A la otra, directamente cola blanca diluida para un decoupage con una servilleta de una flor...
Cada cara lleva una imagen diferente...
..., pero con ambas se ha envuelto casi en su totalidad el contorno de la botellita
Hemos completado la decoración de la pintada con otro motivo floral en decoupage, aunque, esta vez, el mismo por las dos caras.
Han quedado bien diferentes, y sin embargo, están destinadas a cumplir la misma función...
Ha dado la casualidad de que hemos reunido dos ramos de flores a la vez, uno de Azucenas y el otro de Margaritas...
Nos gusta "robar" de los mismos alguna flor suelta, para crear pequeños buqués que repartir por casa...
Por eso, todos los pequeños floreros son bienvenidos, y no nos importa cuántos tengamos...
Seguiremos probando técnicas nuevas con los frascos que aún tenemos en casa... Pero eso será otro día.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!