Concepción consciente I: la alimentación

Por Aguamarina Maribel Jiménez
La semana pasada, cuando te hablaba de las grandes enseñanzas que me había traído la pérdida gestacional, te comenté que estaba iniciando un nuevo camino de aprendizaje, en el que deseo prepararme de forma más consciente y natural para volver a ser madre

Por ello estas semanas me estoy rodeando y empapando de grandes expertasque te iré presentando poco a poco y que me están ayudando a transitar ese camino.
En esta serie de publicaciones vamos a ir de menor a mayor profundidad, si bien todos los temas que tratemos cuentan y  son importantes.

Así que hoy comenzamos con la alimentación, ¿es necesario cuidar de manera especial la alimentación si queremos concebir? ¿Cómo debe ser una alimentación natural y consciente previa al embarazo?  ¿Hay que tomar suplementos alimenticios? ¿Existen alimentos que me pueden ayudar?

Para dar respuesta a estas preguntas contamos con Melina Viera, médica naturista y mamá con residencia en Argentina, que ha desarrollado una página web muy interesante de cocina sana desde donde brinda asesoramiento en alimentación y cocina natural, lactancia materna, entre otros temas.

Estoy encantada de contar con Melina y que nos haya ofrecido esta valiosa información, he aprendido mucho con ella. Ahí va…

Alimentación natural previa a la concepción

Siempre se ha hablado de la importancia de la dieta de la mujer durante el embarazo. Aún hoy, en la calle, en los medios, suele hablarse mucho sobre alimentación durante el embarazo y la lactancia. Pero cómo abordar la alimentación de aquellas parejas que desean procrear, concebir un hijo, generar una vida, ese deseo salvaje, primitivo e irrefrenable que brota por la piel.
Y en este punto nos detenemos para hacer un análisis acerca de cómo hemos tratado nuestro cuerpo, qué estilo de vida hemos elegido los últimos años, a qué ritmos caprichosos lo hemos sometido, con qué lo hemos nutrido,… Y poco a poco nos vamos dando cuenta de cómo la alimentación pasa a un primerísimo plano.
En los últimos años, en algunas investigaciones realizadas en la zona rural de Gambia (África), han surgido datos muy importantes que sugieren que lo que come la mujer en el tiempo de la concepción y en los primeros meses del embarazo, puede cambiar permanentemente el ADN del bebé (sí, como lo has leído, cambiar permanentemente el ADN, ¡el código genético de las células!). Vale decir, lo que comemos en los meses previos a la concepción y durante el embarazo, ¡repercute directamente en la salud de las siguientes generaciones! No es poca cosa.
Es por ello que debemos prestar suma atención a lo que elegimos comer,  cómo lo preparamos, cuál es nuestra disposición anímica, en qué momento y situación elegimos nutrirnos. Y a esto se le llama comer con conciencia.

La importancia de la respiración

Para que el organismo pueda asimilar los alimentos necesita de buena cantidad de oxígeno para que se lleven a cabo funciones de combustión, por lo que una de las funciones que necesita mejorarse y favorecerse es la respiración, proceso mediante el cual todas las células vivas del cuerpo transforman la energía almacenada en energía utilizable.
La respiración, además, revitaliza al organismo al favorecer la circulación, y mejora de esta manera el rendimiento de nuestro aparato digestivo.
Por lo tanto, sin una adecuada respiración no hay buena nutrición.


Ritmo slow

Cuando deseamos mejorar nuestra alimentación durante el período periconcepcional, lo mejor es evitar la prisa y los imprevistos,  dado que conllevan un gasto extra de energía que deseamos reservar para nuestro proceso creativo.
En la medida de nuestras posibilidades, debemos planificarsalidas y compras, a fin de ahorrar tiempo y esfuerzo, que luego necesitaremos para cocinar.
Alimentarse bien va de la mano con estar más tiempo en casa y en la cocina; debemos ser conscientes de ello y disponernos para esa labor.

Alimentación integral y orgánica

Una de las cuestiones a tener muy en cuenta es elegir una alimentación integral y orgánica, muy rica en frutas de estación, frutos secos, cereales y legumbres.

Además es muy conveniente aumentar el consumo de vegetales y frutas, semillas, hierbas aromáticas, condimentos y algas marinas, brotes y germinados y algunos fermentos.
Otra premisa a tener muy en cuenta es la de evitar el consumo de aditivos químicos, bebidas alcohólicas y estimulantes, productos refinados–como los de planificación y pastelería- , y especialmente aquellos productos animales generados desde las grandes industrias. 

Cómo preparamos los alimentos

Una cuestión que por momentos podemos pasar por alto es en qué materiales vamos a preparar nuestros alimentos, y para ello lo mejor es elegir materiales nobles durante la cocción y manipulación del alimento, como lo son utensilios de madera, de vidrio y cerámica.

Por último, pero no menos importante, es aprender a incorporar a nuestro conocimiento culinario todos aquellos métodos de cocción que le son convenientes a cada alimento, además de saber cómo preparar platos sencillos, nutritivos y sabrosos, pero con muy pocos ingredientes, a fin de facilitar el metabolismo de todas las sustancias.
Una cuestión a tener muy presente es la dificultad que tienen  aquellas personas que por diferentes motivos - algo tan normal como trabajar muchas horas fuera del hogar- se han desvinculado de sartenes, cucharones y especias. En este caso las recetas sencillas y sin cocción, muy propias de la alimentación viva, serán sus aliadas.

El descanso

Otro punto a considerar, es reconocer la necesidad orgánica de establecer un ritmo saludable de descanso y actividad, de sueño y vigilia, debido a que existen funciones biológicas que presentan ritmicidad circadiana.

¿Y esto qué quiere decir?  Bueno, son términos propios de la cronobiología y hace referencia a todas aquellas funciones cuya periodicidad fluctúa durante el día, como lo es la temperatura corporal, la frecuencia respiratoria, la presión sanguínea, la frecuencia cardíaca, la composición de la sangre.
¿Y cuál es la finalidad de alimentarse, respirar y descansar bien? 
No es otra que optimizar las funciones orgánicas y celulares de todo el organismo, y así mejorar la calidad de nuestra sangre que luego nutrirá, a través de la placenta, al nuevo ser. 
Lo que elijas hoy pasará a formará parte del organismo del niño del mañana, por lo tanto se torna sumamente necesaria la selección responsable, consciente y saludable.

Un ejemplo de menú diario

Si bien se da por sentado que la gran población de mujeres está malnutridas (independientemente de su clase social) y por eso se recetan de forma casi automática suplementos vitamínicos y minerales desde el antes del embarazo, si se come bien no son necesarios, pero esto se consigue aumentando la ingesta de alimentos con alto contenido de ácido fólico, hierro y calcio.


A continuación una propuesta de menú diario.

Dentro de las variantes de desayuno se incluyen:

  • Los licuados de frutasenriquecidas con semillas de chía y trozos de fruta entera. 
  • Leches vegetales de almendra, nueces, arroz, avena, coco, sésamo.
  • También un café de cereales (por ejemplo arroz tostado) endulzado con azúcar de caña (o panela) y acompañado de galletas caseras de avena o amaranto.

La comida principal o almuerzo puede ser:

  • Una ensalada de hoja verde (diente de león, espinaca, rúcula, etc) enriquecida con gomasio, algas o levadura de cerveza), junto a un escalope vegetal, champiñones rellenos o bien hamburguesas vegetales o rebanadas de tofu. 
  • Otra opción es un plato de cereales  -como puede ser una terrina o croquetas de arroz integral, mijo o quinoa-, acompañado de verduras salteadas.

Para la merienda, dentro de las opciones posibles se encuentra:

  • El muesli con avena arrollada o quinoa inflada, coco rallado, almendras fileteadas y frutas pasas.
  • Compota de frutas o dos a tres frutas enteras, frescas y de estación.
  • También podemos recurrir al café malta o al agua de cacao con rebanada de pan integral untado con miel de abejas o paté de palta.
  • También puede prepararse alguna infusión acompañada de rebanadas de pan de sésamo o de maíz untadas con patés vegetales.

Para la cena:

  • Ensalada verde con germinados, sopa juliana de verduras, o bien sopa de legumbres o frutos secos, crema de espárragos, de calabaza.
  • Verduras al horno o al vapor (incluyendo el brócoli en este último caso)
  • El gazpacho también es otra posibilidad.

Recomendaciones:

  • Si se van a consumir carnes, lácteos o huevos se sugiere hacerlo durante el almuerzo.
  • Puede recurrirse al agua o al kéfir para hidratarse durante el día.
  • No se recomienda consumir líquidos junto con las comidas principales.
  • Siempre llevar en la cartera un recipiente con almendras, nueces, pasas de uva, aceitunas, algunas galletas deshidratadas o barras de cereales no comerciales.
  • Variar el menú es siempre lo más importante.

¿Qué te ha parecido? Estoy segura que has aprendido muchas cosas, igual que yo y te puedo asegurar que me ha impulsado para ser más consciente en mi alimentación.
¡Gracias Melina! Puedes encontrarla en su página de Facebook y en su web de cocina medicinal.
Fuentes consultadas

<<Nuestros cuerpos son nuestros jardines, nuestras decisiones nuestros jardineros. - William Shakespeare>>


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