Concluye la II Edición de los Premios El Tiramilla

Por Eltiramilla

Después de casi dos semanas dedicadas en exclusiva al especial, damos por concluida la II Edición de los Premios El Tiramilla. Diez libros, cuatro sagas, una autora y una editorial se han llevado nuestro reconocimiento, pero en las deliberaciones del equipo de redactores hubo otras propuestas de las que queremos acordarnos en este último artículo.

■ Partes intermedias de sagas

En el diario premiamos a las mejores sagas concluidas en 2011 y elaboramos un ranking con los diez mejores libros independientes y primeras partes, así que ¿dónde quedan los volúmenes intermedios de las sagas? Fuera, aunque eso no hace que dejemos de leerlos, por supuesto. Además, el día en el que finalmente las sagas lleguen a su conclusión, si son tan buenas como las que hemos galardonado esta vez, tendrán su merecido hueco entre nuestros premios.

Del pasado año destacamos dos obras: Vampire Academy III. Bendecida por la sombra, de Richelle Mead, un giro inolvidable a una de las mejores historias de vampiros de los últimos años; y El corredor del laberinto II. Las pruebas, de James Dashner, o cómo el misterio laberíntico se vuelve cada vez más cruel y trepidante. Si sois amantes de las aventuras que duran y duran, os animamos a no perdéroslas.

■ A las puertas del ranking

En El Tiramilla hemos leído el 90% del catálogo lijero 2011, de modo que ha resultado complicado seleccionar solo diez libros. Una vez escogidos los candidatos a entrar en la lista de ganadores, llevamos a cabo una votación en la que tuvimos en cuenta diversos factores: personajes, trama, estilo, originalidad, oportunidad y edición. Nos hemos encontrado con libros muy potentes en el argumento y los personajes, pero con una traducción muy descuidada o un público reducido, y claro, esto les ha pasado factura.

Uno de estos casos se ha dado con la novela El jardín químico I. Efímera, de Lauren DeStefano. Se trata del comienzo de una nueva trilogía distópica interesante, bien recreada y con temas que invitan a la reflexión. Sin embargo, tiene el inconveniente de contener muchísimas faltas de ortografía y erratas, y en El Tiramilla pensamos que estas cuestiones no se pueden pasar por alto. También se han quedado a las puertas Ecos, de Paloma Sánchez Ibarzábal, Pequeño hermano, de Cory Doctorow, y El chico que encontró la felicidad, de Edward van Velden y Anoush Elman: tres buenas novelas pero con un número de lectores potenciales más reducido que el de las que seleccionadas en el ranking, siempre según el criterio de nuestro equipo.

■ Libros de difícil catalogación

Ya hemos hablado alguna vez de lo complicado que resulta catalogar los libros. Nosotros nos guiamos por lo que marcan las editoriales, aunque siempre hay otros factores que nos complican un poco la tarea. Como consecuencia, hay algunas novelas que habrían sido dignas candidatas al ranking si no fuera porque no nos queda claro que se dirijan a los adolescentes, y por ello hemos preferido apartarlas.

Una de ellas es Amor inmortal, de Cate Tiernan, la primera parte de una trilogía que se vende como juvenil pero que, según la opinión de nuestros redactores, se asemeja más a una obra adulta porque los personajes piensan y actúan como tales. Por otro lado, Nada, de Janne Teller, ha sido una de las propuestas más interesantes del pasado año; ahora bien, su forma de cuento apta para jóvenes y adultos, junto con el hecho de que en España se ha publicado en la sección de narrativa adulta y no en la juvenil, nos ha llevado a descartarla. Y lo mismo ocurre con El vendedor de dulces, de R. K. Narayan, una novela fabulosa que, aunque pertenece a una colección juvenil, no está dirigida especialmente al público adolescente; y Caballo de batalla, de Michael Morpurgo, una historia enternecedora pero fácil e infantil. En cualquier caso, recomendamos todas estas obras encarecidamente.

■ Editoriales

Pero no penséis que solo hemos encontrado dificultades con los libros: escoger una digna ganadora del Premio a la Editorial Comprometida con la Literatura Juvenil 2011 no fue fácil. Todos coincidimos en que Ediciones SM hace un trabajo magnífico para inculcar la lectura a los jóvenes; sin embargo, finalmente se descartó porque consideramos que sus apuestas más comerciales, como Delirium, Cielo rojo, El rostro de la sombra o Donde los árboles cantan, no poseen la calidad suficiente como para justificar la gran inversión realizada en ellas. Creemos que una editorial con tantos recursos debería promover la buena literatura en lugar de relegar sus mejores títulos a colecciones de prescripción que pasan desapercibidas.

Otra de nuestras propuestas fue Salamandra, un grupo independiente que siempre se ha caracterizado por cuidar mucho sus ediciones y no dejarse guiar por las modas en la elección de sus títulos. No obstante, tiene un problema: no está presente en las redes sociales y le falta organizar más eventos para acercarse al lector. Nuestro galardón no solo premia la calidad, sino el trabajo en conjunto, por lo que finalmente consideramos que Ediciones Nocturna era la opción que reunía todos los atributos: enhorabuena de nuevo.

■ Autores

Nuestro Premio al Autor Juvenil Comprometido 2011 fue para Laura Gallego, que el pasado año se mostró muy cercana al lector, tanto en actividades presenciales como en la red. Aun así, en nuestro debate interno hubo otra gran candidata: Begoña Oro, autora de Pomelo y limón (Premio Gran Angular 2011), que, además de contar con un año activo con presentaciones y firmas, nos encanta por ese estilo tan personal que transmite en su blog y porque creemos que ha sido la revelación de 2011. No se llevó el premio porque algunos redactores consideraron que no se dirige especialmente al joven lector en sus medios (blog y redes sociales).

Otros de los nombres que sonaron fueron los de José Antonio Cotrina, por la elegancia con la que llevó la publicación de La sombra de la luna, siempre en contacto con los lectores para informarles del proceso, y Carmen Pacheco, que escribe de una forma muy original y tuvo un año muy activo, aunque finalmente fue rechazada por motivos parecidos a los de Begoña Oro. En cualquier caso, animamos a los tres a seguir por este camino porque estamos seguros de que tienen mucho que aportar a la literatura juvenil.

■ Repercusión de los premios

Con esto llegamos al final de este artículo y, ahora sí, cerramos esta II Edición de los Premios El Tiramilla. Esperamos que nuestros elegidos os hayan gustado (o sorprendido), que os animéis a leer los libros del ranking y que nos contéis qué os han parecido a través de vuestros comentarios. Por nuestra parte, hemos incluido las palabras que Laura Gallego y Ediciones Nocturna nos han dedicado, y hemos abierto una página para la repercusión de los premios en la red, así que si habéis hablado sobre ellos en vuestros blogs o webs, podéis decírnoslo en diario@eltiramilla.com y añadiremos los enlaces a la lista.

Y esto es todo, tiramillotes. A partir de mañana la portada del diario volverá a estar operativa y seguiremos con nuestras publicaciones habituales. Tenemos por delante un año de lecturas, de nuevos talentos y de eventos en los que vernos las caras: esperamos de corazón que lo paséis a nuestro lado y que no dejéis nunca de sentir ese amor por la buena literatura juvenil.