Aun no tenemos ni idea del poder de las conexiones. Los seres humanos somos seres sociales, eso nos define. Necesitamos a los demás para identificarnos, desarrollarnos, realizarnos y encontrar sentido. Nadie puede convertirse en humano en solitario. Incluso los anacoretas y los ermitaños desarrollan una profunda conexión con todo lo que existe para poder llevar una vida en soledad al borde de lo imposible.
En la era de la prisa, los ordenadores y el ruido de fondo muchos flotan en el mar de la soledad. Tal vez podamos aprender a rescatar los hilos que nos conectan a los demás. Tal vez.
La medicina de familia es una oportunidad para conectar a los demás. Permite tocar los hilos bio-psico-sociales de la persona en tiempo de enfermar. Permite promover la salud. Permite expandir la dimensión familiar y comunitaria que nos define como seres sociales. Seres cuya salud y enfermedad se vive en familia y en comunidad.
A veces basta una simple llamada para rescatar una conexión, para obrar un pequeño milagro. Estoy seguro de que nuestra sociedad lo necesita.
Vía @ciberfefo