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Sin duda, la soledad es el gran fantasma de nuestra sociedad, así como una de las fuentes más evidentes de sufrimiento humano! Y esa soledad se debe a lo vacío de nuestras habituales relaciones sentimientales, familiares, sociales o profesionales, además de a la escasa aceptación de la soledad como parte consustancial de la existencia humana! Huímos de la soledad con nosotros mismos (por otro lado, conveniente, enriquecedora y necesaria) y nos refugiamos en la soledad acompañada, tejida de encuentros y desencuentros que no solo no nos llenan, sino que nos vacían por falta de esencia auténtica, mútua y compartida!
Conectarse con uno mismo es importante para ser feliz y disfrutar de la mágica soledad, así como lo es después compartir la felicidad resultante con las personas que nos rodean o que tenemos la oportunidad de cruzarnos en la vida! Y conectarse con los demás significa no tener cánones establecidos y previos, estar bien atento y respetar, tratar cada encuentro como lo que es, único e irrepetible, además de una singular oportunidad para darnos y recibir! Pero para lograrlo, no se debe tener miedo, tan solo basta seguir la intuición y darle a cada encuentro el trato que merece! En algunos casos, es verdad, el encuentro será un puro acercamiento puntual y esperemos que beneficioso para ambos; pero en otros tantos casos será posiblemente una oportunidad para crecer y compartir lo mejor de cada uno! Aunque también deberemos admitir que, alguna que otra vez, es mejor un desencuentro a tiempo, que un encuentro vacío y sin sentido o en el momento inadecuado… o, lo que es lo mismo, sin haberte conectado antes contigomismo!
Una vez logras estar conectado contigomismo, la propia paz y el amor que encuentras en tu interior gracias a la soledad es lo que te permite ver y vivir de otra forma la vida! Es entonces cuando adquieres la fortaleza y el arrojo suficientes como para vivir el hoy y tu realidad, confiar en la vida y dejarla fluir, ya sin miedo! Súbitamente desaparecen las amenazas -muchas veces ilusorias, basadas en experiencias pasadas mal procesadas o en futuros improbables- y eres capaz de reincorporarte de nuevo al mundo, sin ver solo riesgo y, lo que es mejor, conectándote ya con los demás! Y es entonces cuando te entregas íntegramente en cada encuentro, ya sea contigomismo, con las otras personas o con el entorno que te rodea! Y aprendes a ver en cada encuentro una conexión mágica, singular e irrepetible, además de enriquecedora! Y los demás se convierten en espejos de tus fortalezas y debilidades… y eres ya capaz de entenderles, respetarles o, lo que es lo mismo, amarles por lo que son -ya sin protocolos- y no por lo que quisieras que fueran! Y eso, no lo dudes, es amar, de verdad! Y te das cuenta de que ya eres capaz de amar y de ser amado, como siempre habías soñado y con un amor que no puede equivocarse de nuevo!
¿No es el verdadero amor -y ya sin miedo- la mejor y más fiable conexión? ¿No es esa conexión con los demás y con todo lo que te rodea lo que te permite sentirte parte de un Todo que siempre antes habías vivido solo en sueños? ¿No es la única manera de convertir tus mejores sueños en tu realidad, cotidiana? ¿No es en esta nueva realidad donde ya es posible vivir la felicidad que viene de dentro y que te procura paz y amor, siendo ambos lo que siempre habías buscado para tu vida? ¿No es esa una nueva forma de vivir, eternamente conectado a quien amas y con quienes compartes este mismo mundo?