La implantación en el Hospital General de Ottawa (Canadá) de un modelo organizativo consensuado por enfermeras, pacientes y profesores universitarios ha reducido el absentismo, el síndrome del profesional quemado y la rotación, entre otros factores. Así lo ha afirmado en Pamplona Ginette Rodger, directora de enfermería del citado centro y promotora de la aplicación del nuevo sistema.
Ginette Rodger ha participado en una mesa redonda sobre "Innovación en la gestión de servicios de Enfermería", organizada dentro del simposio "Mirando hacia el futuro", que se está celebrando con motivo del 50 aniversario de la Clínica Universidad de Navarra y al que asisten más de 300 médicos y cerca de 400 enfermeras.
Enfermera y doctora en Enfermería, Ginette Rodger tiene el título de la Oficial de la Orden de Canadá y siete doctorados honoris causa. Es profesora en distintas universidades y su área principal de investigación es la organización de los servicios de enfermería.
-Un sistema propio implementado en 110 unidades
Puesto en marcha en 2003, el nuevo modelo para organizar los cuidados de enfermería en el Hospital General de la capital canadiense se inició tras la unión de seis centros hospitalarios. "Las enfermeras se mostraban descontentas y con gran insatisfacción laboral. El 30% de los plazas vacantes estaban sin cubrir y había mucha rotación de enfermeras que se iban y otras que llegaban", ha explicado Ginette Rodger.
Así, se creó un comité formado por enfermeras, pacientes y profesores universitarios. "Se revisaron todos los modelos de gestión de enfermería publicados desde 1940 y toda la investigación realizada acerca de este tema. Al final, el grupo decidió crear su propio modelo, incorporando lo mejor de todos los consultados. Se implementó en 110 unidades en las que trabajan 4.700 enfermeras", según ha expuesto.
La investigación sobre el modelo, que duró tres años, lo convirtió en el único estudio longitudinal de este tipo realizado en el mundo, según Rodger. "Los resultados fueron muy buenos. Además de mejorarse la seguridad de los pacientes, entre las enfermeras se registró una reducción del ‘burn-out’ (síndrome del profesional quemado), un menor absentismo laboral, el número de plazas sin cubrir se redujo de un 30 a un 3%, la satisfacción laboral mejoró en un 40%, así como el sentimiento de las enfermeras de manejar su práctica profesional. La rotación de personal se redujo de un 12 a un 5%, un aspecto importante desde el punto de vista económico porque contratar una enfermera viene a costar unos 36.000 dólares canadienses (unos 27.000 euros)".
-Modelo simple aplicable en las distintas unidades del hospital
El sistema, ha concretado Ginette Rodger, "es muy simple, porque las enfermeras querían un modelo que sirviera para las distintas unidades. Se compone de un conjunto de guías o de principios que orientan el diseño para las diferentes actuaciones".
Ha puesto el ejemplo de un principio recogido en este modelo, propuesto por los pacientes, en el que solicitan continuidad de los cuidados. "Eso significa que el paciente quiere que le asignen una enfermera que esté con él la mayor parte del tiempo posible. Es muy simple, pero muy difícil de llevar a cabo porque las enfermeras trabajan en turnos de doce horas al día, pero no todos los días. Cada equipo, partiendo de ese principio, se organiza para poder responder a la demanda del paciente. Como puede verse, es un sistema simple, pero de implantación complicada".
A su juicio, los modelos organizativos que son muy rígidos "no funcionan en el siglo XXI. Hoy en día tiene éxito el modelo que ha sido elaborado por los profesionales que luego lo ponen en práctica".
En el caso del implantado en el Hospital General de Ottawa, ha despertado el interés de más de 45 delegaciones de distintos países que han visitado el centro para conocer su sistema de organización y, según ha añadido Ginette Rodger, trece hospitales canadienses les han pedido ayuda para instaurarlo.
Colaboración interprofesional frente a nuevas necesidades sanitarias
Por otra parte, en el mismo congreso, Hugh Barr, profesor emérito de Educación Interprofesional de la Universidad de Westminster (Londres, Reino Unido), ha afirmado que "la complejidad cada vez mayor de las necesidades sociales y de salud que presentan los pacientes es una de las principales razones que exige la colaboración obligatoria entre las distintas profesiones sanitarias".
La conferencia del profesor Barr, "Imperativo de colaboración: respondiendo juntos a las exigencias de la práctica de hoy y mañana", ha abierto la segunda jornada del simposio "Mirando hacia el futuro" organizado por la Clínica Universidad de Navarra.