Congresos sin Twitter

Por Emilienko

Como os conté en la actualización anterior, he estado en el Congreso Nacional de Otorrinolaringología de Valencia; el primer congreso nacional al que asistía. Ha estado muy bien: he conocido a personas muy interesantes, he escuchado nuevos puntos de vista y he aprendido bastantes cosas nuevas que estoy deseoso de poner en marcha.
Sin embargo, he echado algo de menos, y esto ha sido Twitter. Javier, mi compañero en el Congreso, me dice que estoy enganchado a mi iPhone, dado que cada diez minutos consulto Twitter para comprobar "qué está pasando". Lamentablemente, el uso de Twitter en el congreso ha sido muy escaso y he echado en falta algo a lo que me había habituado en los últimos eventos a los que he acudido.
Todas las conferencias, las mesas redondas y las charlas generan pensamientos en el público. Normalmente, cuando acaba la charla, el público es invitado a preguntar y, muchas veces por timidez, nadie levanta la mano. Cuando alguien dice algo, suele hacer una sola pregunta, guardándose muchas dudas para él.
Twitter permite una conversación a tiempo real entre los asistentes que facilita encontrar a personas afines que piensan de forma similar a la tuya. Ha sido una pena; si Twitter hubiese sido más activo en este congreso, le habría sacado todavía más partido.
Por último, deciros que me dolería el corazón si no acabara esta actualización hablando de los magníficos anfitriones que han sido los valencianos conmigo. Muchas gracias a Dídac, por un viernes de cerveza, cena, copa y té por el barrio del Carmen inmejorable. Gracias también a Vicente, que sigue con la esperanza de que algún día consiga tener una digitación aceptable en el piano. Un fuerte abrazo a Fidel y a Pepa por ser grandes conversadores acerca de salud 2.0 y sobre las teleseries más frikis. Y muchas gracias de corazón a Marisa y a Marc, por quienes me he alegrado mucho al verlos después de tantos años tan contentos y felices.
Eso sí, este viaje me quedé con ganas de probar la excelente horchata valenciana; pero bueno, seguro que ya habrá próximas veces.
Foto: Metido en la fuente del palacio de congresos de Valencia.