Conjuntivitis en los perros

Por Jgallego19

La conjuntivitis en los perros, a veces llamada “ojos rojos”, es una inflamación de la membrana conjuntiva que cubre la parte posterior de los párpados y la superficie del globo ocular, hasta la córnea. Es uno de los problemas oculares más comunes en los perros.

El síntoma clásico de la conjuntivitis es el enrojecimiento del ojo con secreción. La conjuntivitis no suele ser dolorosa. Si los ojos están rojos y el perro está cruzándolos y cerrándolos, considera la posibilidad de queratitis, uveítis o glaucoma. Acude inmediatamente al veterinario si sospechas de estas afecciones, ya que cualquier retraso en su tratamiento podría conducir a la ceguera.

Cuando la secreción se produce en ambos ojos, sospecha de una alergia o una enfermedad sistémica, como el moquillo canino. Cuando se trata de un solo ojo, considera una causa local, como un cuerpo extraño introducido en el ojo o la rozadura del cabello.

La secreción de los ojos en la conjuntivitis puede ser clara (serosa), mucoide (con aspecto de mocosidad), o con pus (purulenta).

Una secreción mucosa y viscosa sugiere que el perro puede tener un volumen insuficiente de lágrimas, un problema asociado con queratoconjuntivitis sicca. De hecho, ésta es la causa más común de conjuntivitis en los perros.

La conjuntivitis folicular (mucoide) es una condición en la que las pequeñas glándulas mucosas (folículos), en la parte inferior de la membrana nictitante (también llamada “tercer párpado”), reaccionan a un irritación o infección ocular mediante la formación de una superficie rugosa que irrita los ojos, y que produce una secreción mucosa. Después de que el factor determinante haya sido tratado, los folículos pueden persistir y la superficie rugosa actúa como un irritante crónico.

La conjuntivitis serosa es una enfermedad leve en la que las membranas del ojo se ven de color rosa y un poco hinchadas. La secreción es clara y acuosa. La conjuntivitis serosa es causada por irritantes físicos tales como el viento, el frío, el polvo y diversos alérgenos. La conjuntivitis alérgica es a menudo acompañada de picazón, haciendo que el perro se frote la cara. Algunos agentes virales también causan una secreción transparente.

La conjuntivitis purulenta es una conjuntivitis serosa que se ha infectado. Los culpables más comunes son la bacteria Streptococcus y Staphylococcus. La conjuntiva está enrojecida e hinchada. La secreción del ojo contiene moco y pus. Las secreciones espesas pueden formar costra en los párpados.

Tratamiento

Cualquier causa subyacente de la conjuntivitis se debe corregir. Los perros con conjuntivitis recurrentes o persistentes deben ser sometidos a pruebas para comprobar si padece de queratoconjuntivitis sicca.

La conjuntivitis serosa se ​​puede tratar en casa. Enjuaga los ojos tres o cuatro veces al día con una solución salina estéril o lágrimas artificiales. Informa a tu veterinario si el ojo parece estar empeorando.

Los casos leves de conjuntivitis folicular responden a los ungüentos, antibióticos y corticosteroides prescritos por el veterinario. En los casos resistentes, puede ser necesario destruir los folículos por cauterización química.

La conjuntivitis purulenta requiere de revisión y tratamiento por parte del veterinario. Es importante eliminar el moco y el pus de los ojos, así como el pus y las costras que se adhieren a los párpados. Humedece un algodón con una solución estéril y limpia suavemente el ojo. El algodón caliente y húmedo puede ayudar a aflojar las costras. Repite según sea necesario y aplica antibióticos tópicos según lo prescrito por tu veterinario. Continúa con antibióticos tópicos durante varios días después de la curación aparente.

Ten en cuenta que los corticosteroides y los medicamentos para los ojos que contienen corticosteroides no deben usarse en perros con conjuntivitis purulenta, ya que afectan a la respuesta inflamatoria local que combate las infecciones. Si la conjuntivitis no mejora, podrían ser indicadas pruebas de sensibilidad bacteriana.

La conjuntivitis neonatal

Los ojos de los cachorros recién nacidos abren a los 10-14 días de edad. La infección detrás de los párpados, llamada conjuntivitis neonatal, puede ocurrir antes o después de la separación de los párpados. Este tipo de conjuntivitis es causada por bacterias que acceden al espacio detrás de los párpados durante el nacimiento o poco después.

Existe una afección, llamada ankyloblepharonin, por culpa de la cual los párpados no se abren tan ampliamente como deberían. Esto predispone a un cachorro a la conjuntivitis neonatal. La conjuntivitis neonatal puede afectar a varios cachorros de la misma camada.

Sospecha de este problema si los párpados aparecen hinchados y/o con bultos. Puede haber secreción purulenta si la infección ocurre cuando los ojos están empezando a abrir. Esta secreción puede provocar que los párpados se peguen.

Tratamiento: Informa a tu veterinario inmediatamente si sospechas de conjuntivitis neonatal. El retraso en el tratamiento puede provocar daños en la córnea y ceguera.