El ciclo menstrual está presente a lo largo de gran parte de la vida de las mujeres. Sin embargo, muchas lo asocian únicamente a la menstruación, a pesar de que éste tiene diferentes fases en las que su cuerpo experimenta diversos cambios.
“Es importante que las mujeres sean conscientes de lo que ocurre en su propio cuerpo. A lo largo del ciclo menstrual, sufren determinados cambios que se traducen en aumentos de temperatura o variaciones en la frecuencia cardiaca, entre otros síntomas. Asimismo, pueden notar dolor en diversas partes del cuerpo o cambios de humor relacionados con las alteraciones en los niveles de hormonas”, explican desde Ava, compañía médica suiza creadora de la primera pulsera capaz de detectar los días más fértiles de cada mujer.
La fase folicular empieza el día 1 del ciclo, es decir, aquel en el que baja la regla. Su duración es de unos 14 días, momento tras el cual da comienzo la fase lútea, que termina, por lo general, el día 28 del ciclo. Otras mujeres, sin embargo, pueden tener ciclos más o menos cortos, siendo lo habitual entre 24 y 35 días. Fuera de estos rangos de tiempo tienen lugar los considerados como ciclos irregulares. La ovulación, por su parte, se produce a mitad del ciclo, y está relacionada con la ventana fértil, o días en los que es más probable que una mujer quede embarazada.
La temperatura de la piel, por ejemplo, aumenta tras la ovulación, manteniéndose elevada durante la fase lútea, mientras que desciende al llegar la siguiente regla. Lo mismo ocurre con la frecuencia del pulso en reposo. Por su parte, a lo largo de la fase folicular suele disminuir la frecuencia respiratoria. Asimismo, muchas mujeres sufren la conocida como migraña menstrual o dolores de cabeza que aparecen en los días previos a la bajada de la regla. “Todos estos síntomas no solo ayudan a conocer mejor el cuerpo, sino que son muy útiles a las mujeres que están tratando de quedarse embarazadas a saber en qué momento del ciclo están y cuándo se producirá su ventana fértil”, aseguran desde Ava.
Con la llegada de las nuevas tecnologías, sin embargo, cada vez es más sencillo que las mujeres puedan saber cómo es su ciclo menstrual y de qué manera afecta en su día a día. La pulsera Ava, por ejemplo, es ideal tanto para aquellas que quieran conocerse mejor como para las que estén buscando el embarazo.
Lo único que tienen que hacer es ponérsela para dormir y sincronizarla a la mañana siguiente con su smartphone para volcar los datos recogidos: temperatura, frecuencia del pulso en reposo, horas de sueño ligero y profundo… Gracias a ello, pueden ver en las gráficas los cambios de su cuerpo a lo largo del ciclo e introducir de forma manual los dolores y cambios de humor. “De este modo, tras un tiempo utilizando la pulsera, las usuarias pueden ver qué patrones sigue su cuerpo a lo largo del ciclo menstrual, adoptando hábitos que contrarresten las molestias que desarrollan durante esas fases. Además, pueden ver cada mañana si están en un día de alta o baja fertilidad”, explican desde la compañía.
“Cada vez son más las empresas que, como nosotros, investigan para aportar innovación al campo de la salud reproductiva de las mujeres. A pesar de ello, creemos que es importante que este deje de ser un tema tabú y exista, desde la infancia, una educación”, concluyen los expertos de Ava.
(Fuente: Ava)