Conocer, manejar, reconocer

Por Gadirroja

Volviendo al tema de la educación emocional, del que nos habíamos desviado para hablar un poco de desarrollo evolutivo, el post de hoy se centra sobre tres habilidades básicas dentro de la gestión de nuestras emociones.


- Conocer mis emociones:
Un tema de perogrullo y muy complicado a un tiempo. A veces damos por hecho que sabemos y controlamos perfectamente lo que nos sucede...y no es así.A mi, por ejemplo, me pasa a veces que (como tengo un poco de carácter, la verdad) digo las cosas de una manera (con la gente con la que tengo confianza) porque estoy enfadada.... Y no soy capaz de reconocerlo hasta que no ha pasado un rato, me he enfriado y puedo mirarme a mi misma "desde fuera"!! (Y aún así me cuesta y lo he conseguido gracias al esfuerzo, porque sino tampoco: "se me junta" con que soy cabezona jajaja).Y sin embargo, nos dice el autor, con toda la razón, que CONOCER MIS EMOCIONES es el primer paso para cambiarlas (si son inapropiadas o desagradables). Si no reconozco que estoy de mal humor, no voy a hacer nada por cambiarlo. O "espero" a que una circunstancia externa lo cambie o, con mala suerte...me quedo ahí, anclada en "mi genio".Por tanto, en este caso y en otros más graves (tristeza, ira, furia) o crónicos (estados de nerviosismo o apatía) es importante que aprendamos a "salir un poco de nuestro yo" para interpretar mejor lo que nos sucede.A menudo somos nosotros mismos los que nos ponemos trabas, bloqueos emocionales, que nos impiden tomar decisiones con claridad y actuar con naturalidad ante los demás. Intentar poner un nombre a lo que me pasa (cuando me pasa), es el primer paso para conocerme.
- Manejar mis emociones.Es el 2º paso e importantísimo: el autocontrol. Si sé lo que me ocurre ya puedo tener una "estrategia de afrontamiento". Ya Shakespeare decía "Podemos ser esclavos de la pasión o manejar nuestros sentimientos". Y aunque la primera parte suene muy romántica, creánme, la 2º es mucho más práctica (jajaja).En este sentido, esas maneras de gestionar las emociones, esas estrategias de autocontrol, pueden ser:- Reestructuración cognitiva: Se trata, ya lo hemos habalado otras veces, de adoptar un punto de vista más objetivo e impersonal sobre lo que nos preocupa, enfada, entristece... y analizarlo de forma que cambiemos las ideas inútiles y negativas (culpabilidad, envidia, ira...) por otras constructivas (arrepentimiento, y superación, admiración, canalización del enfado...)- Relajación: Esta es más adecuada para situaciones de estrés o épocas de nervios. Existen muchos métodos de relajación y si os interesa podemos desarrollar algunas.- Ocio: En este caso, más adecuado para estados de tristeza o apatía. Tiene mucho que ver con la automotivación, que vamos a ver más adelante. El autor desarrolla aparte otros puntos que yo incluiría dentro de este, como son el desarrollo de la sensualidad y la práctica de actividades deportivas (puede ser pasear, no hace falta ser campeona de kickboxing jajaja)- Buscar metas cumplibles ("exito relativo"): Por lo general, las personas nos sentimos de buen ánimo cuando "conseguimos cosas". Ponernos metas simples y alcanzables en el día a día es también una forma de mejorar el ánimo y trabajar nuestra propia automotivación.- Ayudar a los demás: Otro principio general: los seres humanos (que no tienen sociopatías claro, pero tampoco hay tantos) nos sentimos MEJOR y útiles cuando ayudamos. Llámalo cuidar a tus sobris o trabajar en un voluntariado, pero funciona.- Trascendencia religiosa o pagana: La trascendencia implica relativizar las cosas y darles una importancia no inferior a la que tengan, pero tampoco dramática. Algunas personas la consiguen a través de la religión (sufro en esta vida, en la próxima no) y otras, simplemente se mentalizan aunque no sean creyentes (tipo "carpe diem").- Automotivación: Como os decía, está muy relacionado con los puntos anteriores y de hecho es la clave para mejorar nuestro ánimo. Una persona que sabe automotivarse...

  • Muestra interés por diversos temas, se marca hobbies, siempre tiene cosas que hacer.
  • Si tiene/ha tenido una buena toma de decisiones académica y/o profesional, se apasiona por sus estudios o trabajo.
  • Se plantea metas posibles, como veíamos, como modo de auto-superarse y se siente bien con ello.


- Reconocerlas en los demas:Es la guinda que colma el postre: no solo soy buena gestionando mis emociones, también puedo ayudar a los demás con ello. Ya estamos pasando de la habilidad emocional a la que tiene también un marcado componente social, pero ya sabéis que ambas están continuamente en contacto. También hemos comentado en otras ocasiones la importancia del lenguaje corporal y su habilidad para interpretarlo, tema que sigo pendiente de desarrollar cuando encuentre un manual que me convenza (el único que tengo es una patata, la verdad).
Espero que hayamos retomado el hilo, y que os resulte interesante y/o útil. Mañana vamos a repasar las características de una persona hábil a nivel emocional.¡Besos!