Se trata de una esponja de fibra natural 100% que proviene de la raíz de una planta japonesa, Koncaj, que limpia la cara, elimina las impurezas y el exceso de sebo. Es una planta que tradicionalmente ha formado parte de la alimentación de los japoneses por su alto contenido en fibra. Pese a que la original es de arcilla verde, las que he probado, de Deliplus y Kiko, son blancas dado que existen variantes.
Está destinada a todo tipo de pieles, incluso a las grasas y a las sensibles y puede utilizarse todos los días.
Cómo se usa: la esponja está prehumedecida con agua destilada. Puedes utilizarla sobre la piel húmeda, mojándola previamente, aunque al principio si la usas sobre la piel seca no la agrederás. No es como un cepillo de limpieza facial que si lo usas en seco puede dañar la piel, la esponja en los primeros usos, se mantiene suave, aunque con el transcurso de los meses, se irá poniendo dura y será preciso que la sumerjas en agua sí o sí.
No rasca ni pica y con ella puedes realizar un masaje durante unos minutos para completar tu limpieza. No la recomiendo para limpiar dado que si desmaquillas, el producto que retiras se quedará impregnado en la esponja y ésta funciona como exfoliante no como desmaquillante.
Se puede usar mañana y noche: por la mañana con la piel limpia y por la noche después de desmaquillar aunque las primeras veces os recomiendo usarla una vez al día para comprobar que vuestra piel la tolera.
Hemos probado la esponja de Kiko (a la izquierda) y la de Deliplus (a la derecha). La textura de ambas es muy parecida, tanto a la vista como al tacto. Ninguna de las dos raspa sino que facilitan el masaje en su aplicación.
Cada vez que se utiliza hay que aclararla con agua y colgarla con su cuerda para que se seque bien y prevenir la acumulación de hongos y bacterias.
Por qué nos gusta la esponja Koncaj:
- bajo precio que invita a probar (5.90 euros la de Kiko frente a los 2.95 de Mercadona) - el masaje que realiza es agradable y nada agresivo para la piel - si un día no te la aplicas no pasa nada. No es como el desmaquillante o la hidratante pero como complemento cumple su función.
Resultado: puedes prescindir de ella aunque el bajo precio incita a su compra. Llevo unos días aplicándola y la piel la noto más limpia y luminosa, aunque no creo que se deba sólo a la esponja, sí puede ser un buen complemento a la rutina facial dado que exfolia suavemente la piel y puede utilizarse cada día. No prescindiría de todas maneras de ningún producto para aplicarla en su lugar como un gel limpiador diario o la exfoliación semanal.
¿Habíais oído hablar de ella?