Conseguir cama en una clinica privada, una odisea.

Por Jguerra
(Los acentos fueron obviados por cuestiones tecnicas)
En 5 años crecio 39 % la cifra de afiliados a prepagas. La crisis es peor en la Capital, donde la cantidad de camas descendio en la ultima decada. Medicos y empresarios ya admiten el problema. La camara del sector dice que solo asi el sistema es rentable.
Cuando Hector E. se dio cuenta de que su dolor de estomago podia ser mucho mas que eso empezaba a hacerse tarde. Un instante despues de que en la clinica privada prestadora de su prepaga le dijeran que tenia que esperar dos dias para internarse se indigno, despues se asusto y finalmente termino en el Hospital Fiorito de Avellaneda, donde los medicos lo operaron y le dijeron que se habia salvado de la peritonitis por horas. Cualquiera que haya sufrido la necesidad de someterse a una internacion en una clinica privada seguramente ha padecido la obligacion de esperar a que se libere una cama . Una dilacion que, en esas circunstancias y teniendo en cuenta que se paga o se aporta para ser atendido, no es sosegada y, mucho menos, corta: va de horas a dias, de acuerdo a la urgencia y tambien, si, a la suerte.

Los casos dan testimonio de una situacion que se ha hecho cotidiana. Pero las cifras son contundentes para entender en frio un fenomeno extraño, que debiera poner en debate la precision del termino “salud publica” y priorizar la necesidad de una ley que regule el sector y proteja al afiliado.

En los ultimos diez años el desempleo en Argentina bajo, segun cifras oficiales, del 19,2 % al 8,1%, y la proporcion de empleados en blanco sigue siendo mas o menos la misma (el trabajo informal paso del 38% al 36%). Es decir, crecio la cantidad de gente que tiene obra social ; incluida la que, por la desregulacion en la decada del 90, elige aportar a las prepagas.

Las empresas de medicina privada aumentaron su cantidad de afiliados un 39% solo en los ultimos cinco años, segun datos de CIMARA, la camara que nuclea a la mayoria de las prepagas. De los 4,5 millones de clientes que tienen actualmente, el 75% llega por los aportes a la seguridad social. El resto se asocia directamente.

A pesar del incremento de afiliados y –consecuentemente– de ingresos (se calcula que este mercado mueve unos 15 mil millones de pesos anuales), el argumento de los empresarios del sector es que el negocio no es rentable. La realidad es que en la ultima decada no hubo inversion en camas : de acuerdo con datos del Ministerio de Salud, en Capital habia mas en 2000 que ahora: 9.905 contra 9.759. Mas demanda, menos oferta.

“Camas para todos los enfermos no vamos a tener nunca”, le dijo a Clarin Francisco Diaz, presidente de la Asociacion de Clinicas y Sanatorios Privados de la Republica Argentina (ADECRA). Y siguio: “El problema va a existir siempre en la medida que el sector no sea mas rentable. Es un problema de costos, con camas ociosas perdes dinero”. Diaz señala que la rentabilidad lleva demasiado al limite la oferta: “Hoy el negocio es rentable con mas del 90% de ocupacion”. Es decir, reconoce que hay poco margen para las urgencias.

Federico Diaz Mathe, director ejecutivo de CIMARA, tambien aduce problemas de rentabilidad. “Los margenes de ganancia son exiguos. Lo que consumen los afiliados es muchisimo. Las empresas hoy tienen una rentabilidad del 1 o 2 %. Esta bien que es sobre cifras multimillonarias y en dolares. Pero el riesgo de ese dinero invertido es enorme. Por eso no hay inversiones extranjeras”.
“Esto del 90% no es asi. El sistema de las prepagas sigue siendo un negocio para pocos. Sirve para el que esta sano, no para el enfermo”, reclama Susana Andrada, del Centro de Educacion al Consumidor. Y asegura que las empresas de medicina prepaga estan terceras en el ranking de reclamos, detras de la telefonia movil (tampoco tiene ley que la regule) y la fija.
Con la mirada de Andrada coincide una alta fuente del Ministerio de Salud de la Nacion: “La falta de camas se noto mas que nunca con la Gripe A. No hay inversion en el sector privado, su fin es ganar dinero. ¿Alguna vez se vio un balance de las prepagas?”.
“Faltan camas, y eso que los tiempos de internacion se redujeron en los ultimos años gracias a la internacion domiciliaria y a la aparicion de nuevas tecnicas”, comenta Carlos West Ocampo, lider del gremio de Sanidad. Coincide en que es un tema de “rentabilidad” y asegura, no sin ironia, que “e l mayor problema esta en la Capital Federal : hoy un inversor no hace camas para sanatorios, las hace para hoteles”.
Carlos Jañez, presidente de la Confederacion Medica Argentina, es otro de los que acuerda con el diagnostico y reclama una “inversion en la infraestructura”. “Pero con los valores que pagan las obras sociales y las prepagas, las clinicas no tienen manera”, admite. Jañez no es el unico que ve como antidoto una tendencia alternativa: “Muchas prepagas y obras sociales empiezan a tener su propia clinica para abastecer la demanda”. Diaz Mathe, en cambio, no coincide con Jañez. Asegura que “el sector ha hecho una gran reinversion en camas y lo hace permanentemente en tecnologia”. Al menos con las camas, las cifras y los testimonios de pacientes lo desmienten.
Por Fernando Soriano