Consejos a jóvenes arquitectas-os

Por Arquitectamos

De pronto me veo hoy, el día en que cumplo 64 años, y ya a punto de salir de esta maldita (perdón, quise decir bendita) profesión, y creo que es justo que le cuente a la gente joven mis experiencias y aprendizajes durante décadas, por si les pudieran servir de algo.

Las he (des)ordenado en forma de decálogo. Ya sabéis la magia que tiene el número diez para hacer listas de mandamientos o de consejos.

Vamos con ello:

0.- Tened siempre localizadas esas cositas quellevan una base de rafia y una especie de correa.

1.- Cuidado con las tildes. Si no es estrictamente necesario no las uséis. Fijaos en los ingleses, y ahí están, tan anchos.

2.- Comed a lo loco, desmesuradamente. Y si el cliente paga para qué queremos más.

3.- Solo os harán un encargo por dos motivos: o porque sois las más baratas(1) o porque sabéis hacerlo mejor que las demás. No sabéis hacerlo mejor que las demás, así que sed las más baratas.

4.- Pero si supierais hacerlo mejor que las demás los clientes tampoco lo notarían, así que sed las más baratas.

5.- También os pueden hacer un encargo porque seáis familia cercana del promotor. En ese caso además de ser todavía más baratas os van a poner la cabeza como un bombo.

6.- No seáis baratas(2). No tiréis por tierra vuestra dignidad (que ya está más que tirada por tierra). No compitáis por ser las más baratas, porque a eso sí que habrá siempre quien os gane.

7.- Si os lo podéis permitir, sed ricas.

8.- No os tengáis por cultas y mucho menos por talentosas o artistas. Eso está bien para las futbolistas, pero la arquitectura no es fútbol.

9.- En las obras sois Dios. Lástima que allí todos sean ateos.

10.- Todo lo que escribáis o dibujéis en un proyecto, o digáis en una obra tiene como único objeto ser utilizado en vuestra contra por los abogados de la parte contraria.

11.- Todo lo que no escribáis o no dibujéis en un proyecto, o no digáis en una obra tiene como único objeto ser utilizado en vuestra contra por los abogados de la parte contraria.

12.- No intentéis marear dibujando en perspectiva egipcia o en un sistema diédrico inventado por vosotras para que nadie lo entienda. No va a servir de nada.

13.- Tened una activa vida sexual. Eso que saldréis ganando.

14.- Tened el peor coche posible. Llevad a las obras un cascajo. Presumid de que ese "cochecito coquetón" solo lo usáis para eso. Así creerán que tenéis un coche decente además de ese. Si vais con el vuestro habitual ya se ve que no dais más de vos.

15.- Si sabéis tocar un instrumento musical (aunque sea malamente) no lo digáis jamás. No hay cosa más triste ni patética. Ni que siente peor.

16.- Siempre que podáis confesaos fans de Arturo Pérez Reverte. Por lo que sea.

17.- Ved en la tele programas de reformas (de hermanos o no hermanos), de grandes construcciones ingenieriles (de hermanos o no hermanos) y de cocina (de hermanos o no hermanos). Y comentadlos en todo momento.

18.- No os paséis de peso. Eso genera muchas envidias. (Yo estoy gordaco y sé lo que digo).

19.- Ganad tiempo.

20.- No se os ocurra subiros a un andamio, a una escalera de mano, a un forjado... ¿Habéis visto alguna vez a Don Secundino Zuazo o a Don Luis Gutiérrez Soto (por decir alguien) en esa tesitura? Yo jamás. Ni en esa ni en ninguna otra.

21.- No habléis por metáforas. Tened siempre el metafóreto apagado.

22.- Con las calderas que proyectéis jugad siempre al juego del escondite o del tris-tras. Si las habéis pensado atmosféricas el instalador os dirá que por qué no estancas, que son mejores, y si viceversa viceversa.

23.- Si os llama alguien para que le hagáis un informe logarítmico mancomunado de las manivelas del estupor decidle que sí, que claro, que naturalmente, pero que no le podéis dar presupuesto hasta que comprobéis el espesor de los farfullos. Entonces preguntad a quien sepa y, en cualquier caso, pedid el triple de lo que se os ocurra como razonable. Al final os habréis quedado cortas y os tocará palmar.

24.- En caso de duda traducidlo todo al húngaro con el Google Translator.

25.- Quereos.

26.- No traicionéis jamás a la arquitectura, a no ser que os convenga o lo que sea.

27.- Si a un vecino le ha pillado la policía local con medio porche hecho y acude a vosotras con urgencia, recordad que aunque se haga el tonto ("yo no sabía...") es un zorrocloco retorcido cien veces más astuto que vosotras, así que en principio rechazad ese encargo envenenado que solo os va a traer disgustos.

28.- En el caso anterior, una vez rechazado el encargo mostrad finalmente empatía y comprensión con el caradura y presentadle un presupuesto de honorarios verdaderamente obsceno, y el setenta por ciento por anticipado. Igual hasta lo admite y el amargo trago se endulza bastante.

29.- Esta profesión  no va de que os dediquen un número monográfico de El Croquis, sino de pagar la ortodoncia de los niños y las vacaciones en Marina d'Or, ciudad de idem.

30.- Si El Croquis os quiere dedicar un número monográfico no digáis que no. Mola bastante.

31.- No aceptéis nunca el encargo de un proyecto de rascacielos en suelo rústico a no ser que estén metidas en el asunto la presidenta de la comunidad autónoma, la alcaldesa del municipio y la vicealmiranta de medio ambiente.

32.- No os suscribáis a revistas de arquitectura ni os compréis libros de arquitectura de los "bonitos". Solo publicaciones de energía solar fotovoltaica y cosas así.

33.- Si trabajáis como autónomas calculad que en once meses de trabajo tenéis que ganar catorce pagas decentes. Esto es de cajón, pero se os olvida.

34.- Las vacaciones son sagradas, las noches son sagradas, los fines de semana son sagrados, el tiempo libre es sagrado. Si con el horario laboral normal no os da la vida cambiad bastantes cosas muy radicalmente.

35.- Inventaos algún eslogan comercial molón y pegadizo. (Qué envidia de los abogados con eso de "el que tengo aquí... tal", pero haced lo que podáis: "Arquitecta, soy perfecta", por ejemplo).

36.- El casco y las botas de seguridad en la obra están muy sobrevalorados. Si te quieren dar una pedrada entre las costillas te la van a dar igual.

37.- Esta profesión tiene sus cosas buenas, pero tener diecisiete millones de euros las tiene aún mejores. Si algún día se os presentara el dilema de tener que elegir entre diecisiete millones de euros o ejercer la profesión no pidáis el comodín del público ni nada: Los euros.

38.- Elegisteis la arquitectura porque os gusta dibujar, pero no os hacéis ni idea de cuánto cuantísimo tendréis que escribir; mucho más que dibujar; y todo cosas tontas. Sin parar.

39.- No, el hormigón HA-25 no hierve a 25 grados. Eso es un bulo que no sé de dónde ha salido.

40.- Si montáis un estudio compaginadlo con taller de reparación de máquinas de coser. (No sabéis el problema que es que se te estropee la máquina. No encuentras ya sitios donde las reparen). Eso os va a dar mucho curro y buenos beneficios.

41.- Aprended a arreglar máquinas de coser.

42.- Apuntaos a un club de golf. Y, ya puestos, dadle un poquito al tema: Aprended lo del enroque y lo del match-point.

43.- Sed partidarias o detractoras de la tauromaquia según los días.

44.- El cliente casi nunca tiene la razón. Pero dádsela. Le hará mucha ilusión y a vosotras qué más os da.

45.- Cuando os digan "blanco y en botella" desconfiad. Puede ser cualquier cosa.


____________________(1).- En el título de esta entrada he puesto arquitectas-os, pero me niego a estar así todo el rato: baratas-os, ricas-os, cultas-os... etc. Así que tiro por la calle de en medio, y como puestos a usar un solo género las chicas son más que los chicos, opto por el femenino. Pero me refiero siempre a vosotras y a vosotros.
(2).-   -Se contradizque usted. Acaba de decir lo contrario, y varias veces.           -Bueno, pues me contradizco. Así es la vida.           -Estos consejos son una mierda.