Positivismo de Cajal.–
Máximas recomendables para ser relativamente dichosos**:
- Sé indulgente “con la pobre bestia humana”, según frase de Renan, y conténtate buenamente con lo que pueda dar de sí.
- A título provisional, considera con zoólogos y anatómicos que el hombre tiene más de mono que de ángel, y que carece de títulos para envanecerse y engreírse. Se imponen, pues, la piedad y la tolerancia.
- Inspírate, si puedes, en las conocidas máximas griegas: “Obrar a tiempo” (Chilón) y “En todo la medida” (Solón), frase traducida por los latinos con el manoseado nihil nimis (de nada demasiado).
- No contestes jamás a invectivas e insultos groseros, y aparta inexorablemente de tu trato a los malintencionados y envidiosos.
- Vive de ti mismo, y aun ensimismado, si te ocupas en la ciencia o en cualquier trabajo intelectual socialmente útil.
- Distrae tus cavilaciones y enojos (que nunca faltan) con el estudio de la Historia, la Literatura y, si es posible, con la práctica del dibujo y la fotografía.
- Huye de las pasiones vehementes, que absorben, esclavizan y esterilizan el espíritu.
- Aprende a callar; alaba cuanto digan bueno tus amigos y adversarios y si hablas, hazlo con mesura, modestia y oportunidad.
- Jamás mortifiques a nadie con verdades desagradables para su orgullo o sus pretensiones. Maneja la verdad como la dinamita, que a menudo destruye aun a quien la manipula con precauciones.
- Sigue a Gracián cuando sentencia: “Sólo el honrador es honrado”.
- Si eres heterodoxo o escéptico, no te mofes de los sentimientos religiosos de nadie, siquiera sea por respeto a las creencias de tus antepasados.
- Y por si el supremo Hacedor ha forjado la vida como un ensayo o esbozo, precursor de más serias y sublimes empresas ultraterrenas, ríete, como el irónico Luciano, de las incongruencias, contradicciones y absurdos de filósofos, políticos y poetas. De acuerdo con el gran humorista que nos creó, tómalo todo a broma, porque sólo la alegría es garantía de salud y longevidad.
*Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), Premio Nobel de Medicina en 1906 compartido con Camillo Golgi
**Charlas de café (1920), capítulo VII: “Sobre el carácter, la moral y las costumbres”