El residuo de dicho líquido acumula gérmenes capaces de contaminar los lentes y causar infecciones en los ojos.
Si quiere evitarlas, limpie, enjuague y seque el estuche cada vez que retire los lentes.
Tampoco olvide cambiar de estuche cada seis meses. Recomiendo leer el articulo (consejos para cuidar tu piel)
Una infección ocular se puede reconocer por algunos signos como enrojecimiento, secreción, visión borrosa o dolor intenso.
La limpieza de los lentes también es clave para prevenir infecciones.
La FDA (Agencia de Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés) recomienda seguir el siguiente procedimiento: lávese las manos, luego coloque en una de sus palmas los lentes y vierta sobre ellos un poco de líquido limpiador.
Después frote los lentes con el dedo índice de la otra mano durante 10 segundos. Repita la operación por el reverso de los lentes. Finalmente, enjuague con el líquido limpiador.
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