Más allá de las molestias que genera tener un pelo graso, su aspecto antiestético y la inseguridad personal se suman a las consecuencias de sufrirlo.
Shampora recomienda utilizar productos capilares específicos para cabello graso, con el fin de regular la producción de sebo.
Sólo hay que rellenar un cuestionario en la web de Shampora y señalar “pelo graso”. A partir de ahí, su algoritmo analizará las respuestas y seleccionará sólo los ingredientes adecuados para ese cuero cabelludo y cabello.
¿Por qué se produce el pelo graso?
Este problema tan común viene generado por una mala regulación del sebo, que se encuentra dentro de las glándulas sebáceas. Su función es muy importante ya que crea una barrera para la piel y la protege de ciertos peligros como las bacterias y la deshidratación.
Pero cuando la producción de sebo se vuelve excesiva, esta grasa se expande sobre el cabello afectado y, a menudo, se vuelve graso al día siguiente de lavarlo.
"La sobreproducción de sebo, además de afectar el aspecto estético, puede afectar la salud del cabello, ya que se acumula en los folículos y obstruye la oxigenación normal, debilitando el tallo”, afirma Orsola Marini, Directora de I+D de Shampora.
Motivos de la grasa en el pelo
Las causas de tener un cabello graso dependen de distintos factores tales como; hormonales, genéticos, ambientales, emocionales o por no escoger adecuadamente los cosméticos.
Por otro lado, la alimentación también juega un papel importante en este aspecto, por lo que los expertos de Shampora aconsejan una dieta rica en alimentos frescos y vitaminas, especialmente del grupo B: Legumbres (vitamina B5), vegetales verdes (vitamina B9), arroz integral y cereales (vitamina B6 y aminoácidos), huevos (Vitamina B8, B9), etc.
“Además, para fortalecer y contrarrestar la caída del cabello, podemos contar con zinc, contenido en carnes rojas, mariscos y cebada) y hierro (elemento esencial en garbanzos, lentejas, soja, pollo, tofu y frutos secos)”, sostiene la experta.
Si tienes pelo graso esto es lo que debes evitar:
- Comer demasiados azúcares, fritos y carnes grasas
- Consumir alcohol
- Utilizar un secador demasiado caliente
- Usar productos demasiado agresivos para la piel (que contengan SLES o SLS.
(Fuente: Shampora)