La solución fácil podría consistir en tomar algún somnífero o tranquilizantes de origen sintético, (siempre bajo prescripción facultativa). Aunque antes de tomar esta decisión un tanto drástica, quizá podéis recurrir a algún preparado a base de hierbas medicinales, siguiendo el consejo de vuestro farmacéutico (o médico).
Desde INFITO (Centro de Investigación sobre Fitoterapia), nos dan algunos consejos para combatir el insomnio en verano:
- Estar hidratados bebiendo al menos un litro y medio de agua al día. Con las altas temperaturas se suda más y se necesita una ingesta de líquidos mayor. Evitar la deshidratación ayuda a mantener la temperatura y combatir la fatiga que produce el calor.
- No consumir bebidas con cafeína antes de ir a dormir. Tomar café o refrescos que contienen cafeína activan el organismo por eso se desaconsejan en las horas previas a irse a la cama.
- Evitar la ingesta de alcohol, sobre todo durante la cena, porque activa el organismo e interrumpe el sueño. En verano se hace más vida social por la noche que es cuando se suelen consumir más bebidas alcohólicas.
- Tomar cenas ligeras para facilitar la digestión. En vacaciones se descuida más la dieta y se consumen más comidas ácidas y picantes. Estos alimentos dificultan la digestión y producen pesadez de estómago. Para evitarlo, es mejor optar por cenas con productos frescos como ensaladas y sopas frías.
- No alterar los horarios de las comidas. El cambio en la rutina diaria hace que se retrasen todas las comidas y la hora de la cena sea próxima a la de irse a la cama, por lo que se recomienda cenar temprano.
- Reducir la duración de la siesta. El calor incrementa la sensación de cansancio y las ganas de dormir después de comer a medio día. Para que la siesta no influya en el descanso de la noche se sugiere que no sea superior a 30 minutos.
- Limitar el uso del aire acondicionado ventilando las habitaciones pero sin dejar las ventanas abiertas en las horas de más sol. Cuando la temperatura supera los 26º dificulta la conciliación del sueño.
- Darse una ducha fría antes de dormir para combatir el calor.
- Usar pijamas de algodón para evitar la sudoración excesiva. Las prendas de licra y otros tejidos sintéticos no permiten que la piel transpire y se suda más.
- Tomar preparados de plantas medicinales de dispensación farmacéutica de Pasiflora, Amapola de California y Valeriana que alivian la ansiedad y ayudan a dormir sin los efectos secundarios de los somníferos de origen sintético.
En el caso de la Amapola de California, alivia los estados de estrés y nerviosismo, lo que ayuda a dormir mejor. Sus propiedades se deben a su contenido en eschscholtzina, un alcaloide con acción sedante.
Otra planta medicinal de origen natural que favorece la conciliación del sueño es la Pasiflora porque prolonga las fases del sueño y tiene un papel importante para evitar los despertares nocturnos. Además, no causa dependencia.
También, se aconseja la valeriana que reduce la ansiedad sin producir somnolencia durante el día. El principio activo que explica sus propiedades sedantes y ansiolíticas es el ácido valerénico, presente en la raíz de esta planta.
Para garantizar que los preparados a base de estas plantas medicinales sean de calidad y obtener buenos resultados, siempre tienen que ser adquiridos en farmacias.
Besos desde mi blog!!!
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