Utilizad jabones con un alto poder de hidratación, tales como los indicados para pieles atópicas y secas. A poder ser que sean de PH neutro, o jabones sin jabón (ya hablaré de ellos) o bien utilizad aceites de ducha o aceites limpiadores faciales (también hablaré de ello en otro post).
Evitad ducharos con agua demasiado caliente, ya que ésta puede contribuir al debilitamiento de la piel. Optad por el agua tibia.
En el comercio existe una gran variedad de cremas y lociones que, con nombres tales como humectantes, hidratantes, suavizantes, emolientes, lubricantes, protectoras, flexibilizantes, etc., se comercializan y aplican indistintamente.
Las preparaciones destinadas a combatir la sequedad de la piel suelen ser las cremas y lociones emolientes, en cuya formulación es importante conocer las propiedades de la materia prima y el mecanismo de acción de cada una para asociar los ingredientes adecuados que produzcan el efecto deseado en la piel. Algunas de estas cremas trabajan formando una película protectora que evita que la piel pierda su humedad natural. Suelen ser un poco más grasas, pero notaréis la diferencia en la piel.
Mi último descubrimiento en este tipo de formulaciones ha sido Multilind con Microplata. En crema o leche, gracias a su contenido en Microplata, estimula la capacidad de resistencia natural de la piel. La Microplata calma la piel enrojecida y proporciona una protección efectiva contra futuras irritaciones. Gracias a su contenido en Acidos Omega 3 y aceite de Onagra (rico en ácidos grasos Omega 6) la piel está hidratad y nutrida en profundidad. Otro as a su favor es que Multilind no contiene colorantes, ni perfumes, ni conservantes, ni lanolina, ni parafinas, por lo que está indicada hasta en las pieles más sensibles y atópicas.
Volviendo al tema principal, los labios también son una parte muy delicada del rostro. Se secan con facilidad a causa del frío. Se deben hidratar a menudo, por lo menos dos veces al día, y si utilizáis barra de labios, aseguraos de que ésta sea hidratante y protectora.
Los exfoliantes no son sólo para el verano. Una vez por semana, aplicaos algún tratamiento exfoliante corporal para ayudar a eliminar las células muertas de la piel. Podéis usar exfoliantes naturales (ya le dedicaré un post a ello), o bien comprarlos en perfumerías o tiendas de cosmética. Mi último descubrimiento ha sido O-mega Body buff de Mama Mio, enriquecido con vitamina E y sin parabenes, parafinas ni colorantes (cada vez más intento evitar estos ingredientes..)
La piel del rostros también necesita una exfoliación regular. ¿Recordáis mi post en el que hablaba de unos polvos mágicos: POUDRE NETTOYANTE MICRO-PEEL de Skeen? Sigue siendo mi producto favorito para limpiar en profundidad, mantener la luminosidad y embellecer la piel del rostro. Después del exfoliante, podéis utilizar una mascarilla facial para aumentar la hidratación, regeneración o nutrición de la piel.
El cabello también requiere más mimos. Una mascarilla semanal, más un champú específico y adecuado para vuestro tipo de cabello puede hacer maravillas!!!
Besos desde mi blog!!!