Consejos para las alergias

Por Endi Bresci @EndiBresci

Alergias: medicina convencional, homeopatía y acupuntura

El comienzo de la primavera viene acompañado de una serie de cambios climatológicos, los cuales dan lugar, entre otros, a la polinización de numerosas plantas, algo que puede provocar fenómenos de sensibilización o alergia en numerosas personas, con síntomas molestos, como, secreción nasal acompañada de congestión, estornudos, conjuntivitis, dolor de cabeza y otros síntomas. Otras circunstancias como la posesión de animales domésticos en el hogar, el polvo de los muebles u otros factores, pueden dar lugar también a reacciones de hipersensibilidad.

La mejor alternativa a este problema es su prevención. Para ello existen determinadas medidas generales cuya adopción nos permitirá evitar la aparición de alergias. Entre ellas podemos citar las siguientes:

-evitar tener animales en la vivienda o en los lugares donde nos encontramos,

-evitar el consumo de alimentos o la utilización de productos de aseo, cosméticos, vestido, etc, cuya hipersensibilidad nos es ya conocida,

-utilizar en la vivienda mobiliario adecuado que no acumule polvo, eliminar las alfombras y las cortinas, cubrir objetos como cojines y colchones con una protección de plástico y evitar en todos los casos la acumulación de polvo,

-no abrir las ventanas en las horas del día en las que la polinización es más intensa,

-evitar en el entorno profesional el contacto con productos que den lugar a una reacción de hipersensibilización, pudiendo ser necesario, en determinados casos, cambiar de trabajo,

El tratamiento convencional de la alergia comprende dos estrategias. La primera de ellas es el tratamiento “sintomático”, es decir, el tratamiento de los síntomas y signos del trastorno, sin corregir la causa. La segunda opción es el tratamiento “etiológico” o tratamiento de la causa.

El tratamiento sintomático consiste en la utilización de determinados medicamentos, como los antihistamínicos, que tratan de reducir o eliminar los síntomas y signos característicos del trastorno.

Los antihistamínicos pueden provocar sueño como efecto secundario. Existen algunos antihistamínicos más modernos que no provocan sueño o lo provocan en menor medida.

En situaciones más graves, en ocasiones es preciso recurrir a medicamentos más fuertes, como los antiinflamatorios esteroideos (corticoides), los cuales provocan efectos secundarios importantes y requieren un seguimiento y control médico mucho más estrecho.

La inmunoterapia es una forma de tratamiento más orientada a la causa del trastorno por hipersensibilización, que puede utilizarse una vez instaurada la alergia y cuando el agente que provoca la misma no puede evitarse.

Mediante este procedimiento el paciente recibe dosis pequeñas del alergeno (factor que causa la alergia) a dosis gradualmente mayores, de tal forma que, progresivamente, la alergia vaya disminuyendo.

Normalmente, la inmunoterapia es más eficaz en alergias al polen, al polvo o a los animales, estando menos indicada en el caso de otro tipo de alergias como las alergias alimentarias.

La “homeopatía” es una disciplina médica, perteneciente a las medicinas alternativas, que ha demostrado ser de gran utilidad en el tratamiento de los procesos alérgicos.

La utilización de productos homeopáticos es una buena alternativa para corregir y tratar la sintomatología producida por la alergia.

Para ello será necesario determinar y valorar los síntomas del paciente, determinar su tipo sensible, los factores agravantes o los factores que mejoran la sintomatología de la alergia, como el calor, frío, contacto con el agua, etc, y otros aspectos individuales del paciente, que permitirán al médico homeópata definir la estrategia terapéutica más adecuada para corregir el trastorno.

La “acupuntura” es otra disciplina también perteneciente a las medicinas alternativas y que puede ser de utilidad en numerosos trastornos alérgicos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye la rinitis alérgica y la fiebre del heno en la lista de enfermedades del grupo 1 que incluye enfermedades, síntomas o trastornos para los cuales la acupuntura ha demostrado ser un tratamiento efectivo mediante ensayos clínicos controlados.

La acupuntura tradicional valora la localización del síntoma y sus características, además de otros aspectos clínicos del paciente a tratar.

De este modo se elegirán unos puntos u otros de acupuntura de los meridianos correspondientes, en función de si la alergia se manifiesta a nivel ocular, con secreción lacrimal y picor, a nivel nasal, con secreción nasal, congestión y estornudos, a nivel de la piel, con picor, eccema, escozor, etc.

La acupuntura contempla también estrategias terapéuticas en caso de alergia al sol, alergias digestivas, con náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento, etc.

Del mismo modo, distingue situaciones de reacción alérgica aguda de reacciones subagudas o crónicas.

Sea cual fuere el método elegido para tratar la alergia, deberá siempre realizarse conforme a las pautas del médico especialista (en su caso, médico homeópata o médico acupuntor, si se trata de estas disciplinas), el cual, atendiendo a las circunstancias personales y características clínicas del paciente indicará el tratamiento más adecuado para resolver el problema.

(24/03/2012 – Dr. Daniel Gabriel Calero. Médico de Salud.es )

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