La astenia es un padecimiento que suele ocurrir en los cambios de estación; se trata de un trastorno que permanece durante un tiempo, donde nos sentimos cansados aun sin que hayamos ejecutado un gran esfuerzo.
Hay formas naturales de combatir la astenia primaveral, y una de ellas es mediante la alimentación ; hay muchos alimentos que, ya sea proporcionando energía o segregando aminoácidos implicados en el estado de ánimo, ayudan a que la transición a la primavera sea más fácil y llevadera. La propia estación proporciona las herramientas perfectas para conseguirlo:
Polen: este elemento proveniente de las flores y relacionado más con problemas de alergia que con nutrición, resulta ser un gran aliado frente a la astenia primaveral gracias a sus propiedades vigorizantes y su aporte de vitaminas.
Fresa: ricas en vitamina C, ácido fólico y antioxidantes, esta fruta no solo es baja en calorías, y por tanto ideal para mantener la línea, sino que además ayuda a evitar la retención de líquidos.
Aguacate: este alimento, muy criticado por su densidad calórica es uno de los más nutritivos dentro de una dieta equilibrada. Aporta principalmente grasas, poliinsaturadas y monoinsaturadas, que se encuentran dentro de las denominadas “buenas” y que ayudan a combatir, entre otras cosas, problemas de colesterol. Además, proporciona una gran cantidad de vitaminas y fibra, que interviene aumentando la sensación de saciedad en las comidas y previniendo el estreñimiento.
Albaricoque: otra opción con grandes propiedades antioxidantes, y rica en vitamina A, B, C y K y minerales como el hierro, calcio, fósforo. El albaricoque es también recomendable para regular el tránsito intestinal y para reforzar el sistema inmunológico, que puede verse alterado con los cambios de temperatura.
Limones: su alto contenido en vitamina C, ayuda a prevenir posibles trastornos en el hígado, a eliminar líquidos, a regular la circulación y a evitar problemas digestivos.
Plátanos: a su aporte de energía se le unen a los beneficios del triptófano, aminoácido que funciona como un antidepresivo natural, gracias a que favorece la producción de serotonina. Además, aporta potasio, fibra y minerales.
Setas y champiñones: estos alimentos forman parte de las guarniciones más depurativas, sabrosas, y nutritivas de cualquier dieta. Y es que aportando pocas calorías, tienen también un elevado poder saciante.
Verdura de hoja verde: son esenciales para recuperar la vitalidad gracias al ácido fólico y, de la misma manera, su ausencia da lugar a debilidad, fatiga e irritabilidad.
Cereales integrales: proporcionan hidratos de carbono de lenta absorción, aportando energía durante más tiempo y disminuyendo la sensación de cansancio. Además, incorporan más fibra que los refinados y conservan muchos más nutrientes, como selenio, potasio y magnesio.
Levadura de cerveza: rica en vitaminas del grupo B y en proteína, la levadura de cerveza influye positivamente en el sistema nervioso mejorando los estados de depresión y ansiedad.
Haz ejercicio, cuida la alimentación y comparte el buen tiempo. ¡El cuerpo se acostumbrará pronto a tu nuevo ritmo de vida!