La lucha interior que se produce cuando una persona toma una decisión pero en su mente sigue dando vueltas a aquello que hubiese pasado en caso de tomar otra elección, causa un gran desgaste interno y mucho sufrimiento. Cuando tomamos una decisión, debemos ser firmes con ella. Especialmente, si se trata de una opción que hemos valorado previamente. La inseguridad aumenta cuando buscamos certezas absolutas y consideramos que, dedicando más tiempo a reflexionar sobre la opción correcta, lograremos dar definitivamente con el camino adecuado. Cuando pensamos de este modo, nos comportamos como si solo hubiese un camino correcto cuando en realidad, en el horizonte de tu vida puedes encontrar distintas direcciones que te lleven a un viaje apasionante. ¿Por qué tener una visión limitante de la búsqueda de la felicidad?
¿Cómo ser firme al tomar una decisión? En 3Contigo te animamos a seguir cinco pasos:
- Uno de los pasos más importantes es ser consecuente con las consecuencias que esa decisión puede plantear (valga la redundancia). Por tanto, antes de hacer una elección precisa también es saludable concretar los efectos secundarios de esa acción.
- Acepta que se trata de tu elección y de tu vida. Es decir, no necesitas contar con la aprobación de tu entorno más cercano (especialmente, si se trata de una elección que te afecta a ti como protagonista y no remite a un asunto familiar).
- Cuando existen dos alternativas posibles, no se trata de valorar más aquella decisión que tiene más pros que inconvenientes sino de tomar aquella elección que aunque pueda tener menos puntos positivos que la otra alternativa, su valor pesa más en tu felicidad.
- No necesitas justificarte ante los demás. Tú decides a quién quieres dar explicaciones sobre tu decisión. Pero siéntete totalmente libre de no hacerlo si consideras que una persona que te hace una pregunta al respecto se está entrometiendo en un tema que pertenece a tu intimidad.
- No pierdas el tiempo en qué pensarán los demás porque este tiempo es mucho más valioso cuando lo inviertes en reflexionar sobre qué quieres tú. Persevera en el camino que has tomado, apuesta por él y dale una oportunidad. Por supuesto, tendrás tiempo de cambiar de opinión, retroceder tus pasos y abrir otra puerta si este plan A no funciona. Pero si sigues dividido a nivel interno, y das vueltas a la otra alternativa, entonces tu nivel de energía en este plan de acción no es real. Estás a medio camino de tu verdadero potencial.
En la vida no se trata de encontrar todas las respuestas antes de tiempo sino de vivir para ir desvelando el camino.
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching.
Coaching personal, profesional y para la salud en Madrid y Figueras.