- No guardes en casa alimentos tentadores. Haciendo esto, evitarás comer pastelitos, dulces o golosinas que realmente no te alimentan. Oblígate a salir de casa a comprarlos si realmente te apetece comerlos, o prueba hacerlos por ti mismo.
- Reduce la sal en tus comidas. Puedes sustituirla por hierbas aromáticas u otros aderezos naturales. Prueba a cocinar de otra manera.
- Si te sientes mal, evita quedarte en casa. Cuando estamos mal tendemos a quedarnos anclados en el sofá y arrasar con la comida que encontremos. Saca fuerza y sal de casa, notarás la mejoría y te sentirás bien al saber que has conseguido salir de ahí.
- No olvides de beber agua. Aunque no tengas sed, tu cuerpo necesita hidratación.
- Evita los alimentos procesados en la medida de lo posible. Tu cuerpo agradecerá que le des más comida natural y a largo plazo verás y sentirás los resultados.
- No olvides jamás, que todo esto no tiene sentido si no MUEVES EL CULO.