En el Egipto helenístico, Cleopatra ya podía encontrar muchos apasionantes escritos ocultos en los estantes de la Gran Biblioteca. Había además un selecto círculo científico que investigaba numerosos y fascinantes temas, entre ellos los más misteriosos relacionados con la química y la medicina.
Desconocemos gran parte de los detalles de su vida, aunque se sospecha que estaba vinculada a la escuela de María la Judía y Comarius, los famosos alquimistas. Su mayor logro fue la invención de un avanzado aparato para la sublimación y la destilación, el alambique. Parece que Cleopatra murió en el siglo IV d. C., aunque los detalles que giran en torno su muerte nos son desconocidos.
Solo han llegado hasta nosotros tres obras de esta notable mujer: Διαλογος φιλοσοφων και κλεοπατρας («Diálogo de Cleopatra y los filósofos»), Εκ των Κλεοπατρας περι μετρων και σταθμων. («De pesos y medidas»), y el más famoso: Κλεοπατρης χρυσοποια («Crisopea de Cleopatra»).
La Crisopea es una hoja de papiro con la descripción de las más importantes investigaciones de Cleopatra la Alquimista. En la universidad holandesa de Leiden se encuentra una copia de este papiro. La palabra Crisopea puede traducirse como «fabricación de oro». Estepapiro se encuentra lleno de símbolos y dibujos expresados de forma muy sencilla.
Una de las imágenes nos muestra a una serpiente mordiéndose su propia cola. Se trata del Uróboros, símbolo del eterno retorno, una imagen muy popular en la antigüedad. Aparece también un aparato similar a un instrumento químico bien conocido, el Kerotakis. Finalmente podemos ver los símbolos de una luna creciente y varias estrellas: simbolizan la transformación del plomo en plata. ¿Significa esto que Cleopatra logró transmutar metales con éxito? ¿Consiguió fabricar plata, o incluso oro? Desconocemos la respuesta a estas preguntas.
La sombra de una científica de la antigüedad
Aparte de Cleopatra la Alquimista se conocen los nombres de otros grandes científicos de su época. Uno de ellos era otra mujer, Pafnutia la Virgen. Sabemos de la existencia de Pafnutia por una carta enviada a la alquimista Theosebeia por su hermano Zósimo de Panópolis. En este escrito, Zósimo critica a su hermana por compartir sus conocimientos con Pafnutia. En opinión de Zósimo, la educación de Pafnutia era limitada, y su práctica de la alquimia de escaso valor. De cualquier manera, los químicos de hoy en día pueden considerarse herederos de aquellos alquimistas de la antigüedad. Alquimistas como nuestra misteriosa CleopatraEste artículo fue publicado en AncientOrigins.es y ha sido publicado nuevamente en CodigoOculto.com con permiso.