No, por el título no es que haya cambiado de profesión y ahora me dedique a tal ingeniería. El puente al que me refiero no es físico, sino ese ansiado momento en el que unimos varios días libres para alejarnos de ese infierno llamado trabajo. Como esta semana, a pesar de haber tenido el lunes libre, no he tenido un puente de descanso ni vacacional, pues ahora toca hacer una pequeña escapada. En breves tendréis otro N por el mundo, con lo que estaré fuera de la blogesfera unos días más o menos, aunque es cierto que últimamente estoy menos por aquí de lo que debiera por obligaciones laborales. Tengo demasiadas ganas de este pequeño break en el camino, además, me voy a la tierra donde abundan la cerveza y el chocolate, o al menos eso dicen. Os contaré mis peripecias por aquí, y mientras, intentaré estar presente en Instagram, que seguro que hay un millón de fotos por hacer que merezcan la pena.