Contigo…Aunque a mi me Gusta el Pan y a vos, la cebolla

Por Ritacoach @ritatonecoach


Yo no quiero cargar con tus maletas;
 yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud…

Canta el gran maestro Sabina, en una de las pocas letras que por lo menos en parte, no vuela en el viaje imaginario de la ilusión (de iluso) y el romanticismo exacerbado. Cosa que sucede además de en las canciones, en novelas y telenovelas mostrando un mundo de fantasía en el que al introducirnos sin salvavidas, podemos caer en una peligrosa confusión.

            El otro día escuché unas declaraciones (¡Sí, declaraciones!, creadoras de la realidad) de una persona diciendo: “Mi vida es suya” (se refería a su pareja)… ¡Por Dios! ¡Mi alerta de Coach sonó! Cuando hablamos así… ¿Somos concientes del alcance de lo que decimos? ¡Hum!!! No lo creo.

   Pero, me dio mucha alegría comprobar, por otro lado, que a pesar de esta evasión que nos atrae, en general, existe ya un sinnúmero de personas que están despertando.

   Me pareció importante, entonces y ya que te compartí otro de mis artículos donde te cuento porqué El Coaching Ontológico facilita procesos de aprendizaje, mostrarte su mirada sobre las relaciones de pareja sanas y constructivas.

   El número de divorcios y separaciones crece día a día y a cualquier edad. ¿A todos se les muere el amor? ¿Nadie quiere mantener su compromiso? ¿Qué pasa realmente?

   Pues, no es tan intrincado…Pero sí requiere un cambio de Creencias…y por supuesto: ¡Ahí está el punto!

           Mi felicidad soy yo, no tu. No sólo porque tu puedas ser temporario, sino también porque tu pretendes que sea lo que no soy.

   Hemos crecido con la idea de que los seres humanos nos “complementamos” y no es así. Si esto fuera cierto, cada vez que estuviéramos solos, nos faltaría una parte.

   Hemos crecido con la idea de que, en una relación de pareja, unos mandan y otros son los mandados.

   Hemos crecido con la idea de que las mujeres que tenemos alguna algún talento y vocación, debemos dejarlos de lado para dedicarnos a ser madres y esposas, exclusivamente.

   Hemos crecido con la idea de que “si estoy enamorado”, mi ser puede ser enterrado, en el caso de que para llevarme bien con mi pareja, sea necesario dejar de ser yo.

¿Escuchaste o te escuchaste, alguna vez, decir:

“Con mi marido nos complementamos muy bien” Cuándo vos/ella no tenían marido… ¿Cómo hacías/hacía para hacer lo que ahora complementa él?

“Tiene una voz maravillosa pero no puede cantar porque el marido no la deja”. ¿Es el marido o es el papá y ella una nena?

“No se puede vivir con vos…Ya sé que tu profesión es la de escritor pero, no salís de tu habitación”. Cuando lo conoció ¿Ya era escritor?

 Tengo dos noticias para vos:

1)   Lo básicamente necesario para tener una relación de pareja constructiva, es que seas vos mismo.

2)   Lo importante son las diferencias.

 “No son las coincidencias sino las disidencias lo que nos lleva a ser mejor persona cada día.”

   La relación de pareja es una conversación…como todo en la vida, lo es. Donde no haya conversación, no surge el ser humano. Y esas conversaciones –que anhelamos sean pacíficas- pueden tener un hilo de acuerdo (y son muy bienvenidas), pero pueden tener también, uno de desacuerdo (y son más bienvenidas aún).

   Te escucho… ¡Que dice esta mujer! ¡Cómo se le ocurre postular que las discusiones son más bienvenidas que los acuerdos! No, no y no.

   Me alegra que no estés de acuerdo…eso nos permitirá aprender mucho más. La pareja es un contexto de aprendizaje y lo que erróneamente identificamos como “complemento”, es en realidad, lo que necesitamos aprender del otro, así como lo que el otro necesita aprender de nosotros. El enfoque productivo es el de la escucha y apertura para que en vez de sólo gritar en una discusión, podamos recibir lo que el otro puede enseñarnos. Sólo eso tenemos que tener en cuenta: la escucha activa y la apertura al aprendizaje.

   ¿Sabés quién sos?

   ¿Te conocés?

   ¿Sabés qué querés con toda tu alma?

   ¿Qué estás dispuesto a hacer para defenderlo?

   Ser uno mismo respeta al otro. No hay mentiras. No hay máscaras. El otro está en condiciones de saber y decidir si quiere o te ama tanto como para aceptar el desafío, de construir con vos y aprender todos los días.

   Y si vos sos vos y el otro es el otro, cada uno está completo. Y esta es la base sólida para estar en pareja porque cada uno con su individualidad, su integridad y su ser, se une al otro para emprender la creación de un nuevo ser, el de la pareja, que involucra un proyecto común.

“La habilidad en la acción llega cuando comprendés que el adentro controla al afuera”. Giovanni Villarino

 Yo estoy muy bien sola…Tengo casa, coche, buen trabajo… lo único que busco en un hombre es la inseguridad. Anónimo.

 Decías que yo era transparente y fácilmente olvidable. Pero entonces ¿por qué trataste de usar mi vida para demostrar quién eras tú? LEO BUSCAGLIA.

 Por el placer de compartir.

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