Dicho así, puede que esta frase produzca una reacción de tu parte que clame: “Yo, no”. Sin embargo, así es pero esto nos sucede en transparencia, es decir, no nos damos cuenta del momento en que lo hacemos.
En principio, y atento lo que te digo más arriba –no sos responsable de tus contradicciones… hasta que alguien te lo hace notar-, te pido que te tranquilices y te ayudo con estas citas:
Ni la contradicción es indicio de falsedad, ni la falta de contradicción es indicio de verdad….
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La contradicción es el motor del pensamiento. Bernard Weber
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Como Coach, con un pensamiento abierto a todas las posibilidades, necesito decirte que…
La contradicción ofrece en sí misma una contradicción.
En nuestras relaciones, la contradicción puede generar conflictos peligrosos.
Imaginate que un amigo te dice: “Podés contar conmigo para lo que necesites”.
En poco tiempo después, lo necesitás, lo llamás y te contesta: “Ay, perdoname pero estoy muy ocupado”.
Además de que esto implica que tu interlocutor tiene un problema con sus compromisos y promesas, su segunda acción contradice a la primera.
¿Cómo seguirá esta relación?
¿Te ha pasado algo semejante a esto?
Aunque la contradicción tiene mala prensa, en su aspecto más positivo, la contradicción es el principio de la evolución.
Si no hay contradicción, no hay evolución. Si no hay evolución, no hay mañana. Hegel
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Pero, a contradecirse… ¡Hay que animarse!
Cuando la contradicción no es involuntaria, es decir, que sabemos perfectamente que la estamos cometiendo, necesitamos no tener miedo al riesgo porque la respuesta de los demás llegará prontamente
“¡Estás mintiendo!”
“¡Hace unos días, dijiste todo lo contrario!”
“¿En qué quedamos? Vos pensabas distinto antes”.
Y sí, ¿por qué no?
Las personas cambian –las que quieren cambiar y no temen al cambio-, y cada una de ellas tiene el derecho de cambiar de idea, de haber aprendido que una posición nueva respecto de un tema, es mejor que la que tenía, o simplemente, se le ocurre hacer un intento diferente con su mente, pero…
Tendrá que tener una formación bien integrada, una confianza poderosa en sí misma y coraje (poner el corazón hacia adelante), para enfrentar los juicios, las críticas y los ataques de diferentes clases.
Yo aprendí a hacer mi mente grande, como el universo es grande, así que hay espacio para las…
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¿Te contradecís sin darte cuenta?
¿Qué te parece que eso está indicando de vos?
¿Te va bien con esta debilidad en tu atención?
Por otra parte…
Si aprendiste algo, si decidiste cambiar tu perspectiva, si estás dispuesto a hacer un intento diferente…
¿Te animás a contradecirte libremente y dispuesto a defender tu individualidad y sus derechos?
¿Qué concluís con esto que te muestro?
¿Hay dos clases de contradicciones, unas permitidas y otras, no?
¿Hay diferentes contradicciones, marcada esa diferencia por nuestra transparencia o conciencia?
¿Qué te parece?
¿Y por qué la insinuación en el título del presente post de que la contradicción no es buena si te lleva a la incoherencia?
Para observar esto, es necesario que pongamos en claro qué es la incoherencia porque ella no se contradice, siempre es peligrosa para nuestro Ser. Y la contradicción que puede caer en incoherencia, es la que pasa en transparencia, la que surge por nuestra falta de atención.
Dentro de este mismo blog, encontrarás un post dedicado al tema Te Pido Coherencia . Allí podrás ver el tema in extenso. No obstante, permitime darte aquí los puntos fundamentales.
- Los seres humanos somos una holística de lenguaje, cuerpo y emoción.
- Cuando nuestros tres ámbitos están en armonía, decimos que estamos sosteniendo una coherencia. Cuando no, es el momento de prestarnos atención para ver qué nos está sucediendo.
- La coherencia está unida estrechamente a valores importantísimos como la honestidad y la autenticidad.
- La incoherencia puede llevarte a contraer alguna enfermedad, sobre todo, psicofísica.
- La incoherencia afecta tu paz y armonía.
- La incoherencia produce tu desequilibrio.
¿Qué relaciones podemos establecer si pensamos de una forma y actuamos de otra?
¿Somos honestos cuando seguimos viviendo como no queremos y nos hace sufrir?
¿Cuánto se puede permanecer siendo quiénes no queremos, haciendo lo que detestamos, conviviendo con gente que no soportamos?
Cuando nos sentimos ansiosos, nerviosos, alterados… ¿Prestamos atención a si estamos siendo coherentes?
Las mentiras más devastadoras para nuestra autoestima no son tanto las que decimos como las que…
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Sí, ser incoherentes es también una forma de mentir.
Cuando intentamos vivir de una manera poco auténtica, siempre somos nuestra primera víctima, ya…
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Cuando somos incoherentes, estamos temiendo perder nuestra ¿seguridad?, ¿tranquilidad?… ¿Qué otras cosas se te ocurren para ubicar dentro de lo que tememos perder y por eso, continuamos con nuestras incoherencias?
¿No te parecen suficientes los riesgos inútiles que corremos con esta actitud?
Lo más preocupante es lo que nos decimos –o pensamos, es lo mismo- respecto de este tipo de información.
“Sí, claro, ¿cómo me voy a sentir bien si detesto mi trabajo? Pero no es para tanto…”
“Estoy mal la mayor parte del día pero lo puedo aguantar”.
“Ya me voy a jubilar y me voy a liberar”.
“Yo me separaría porque no la/lo soporto pero ¿cómo voy a vivir?”
Estos son Los cuentos que nos contamos y aunque suene casi gracioso, estos son extremadamente peligrosos para nuestra salud. Partiendo de que vivimos engañándonos con una vida de mentira, hacemos un camino de sufrimiento y disgustos para llegar a un final devastador: enfermos, deprimidos, sin sentido y dándonos cuenta del tiempo que hemos perdido.
Las mentiras más devastadoras para nuestra autoestima no son tanto las que decimos como las que vivimos. Nathaniel Branden (Sí, ya leíste esta frase. Creo que es necesario que la vuelvas a leer).
Tener una vida feliz depende de nosotros, pero necesitamos tomar conciencia, dejar de engañarnos y transformar nuestra realidad de acuerdo al llamado esencial de nuestro Ser.
¿Será ya el momento de comenzar a actuar y cambiar?
Por el placer de compartir