¿Te has dado cuenta alguna vez que cuando estás en modo " dar" siempre te sientes bien? ¿Qué cuando estás compartiendo algo con alguien, cuando te estás dando sea a través de escuchar a alguien, acompañarlo en su proceso, o mediante tu trabajo, al dejar que tu genio interno se exprese a través de ti con la escritura, o pintando, o haciendo la comida para tu familia o tus amigos, hay una corriente de alegría que fluye a través de ti? Sin embargo en el momento en que pasas del modo " dar" a " esperar recibir " la energía cambia automáticamente.
Cuando la energía cambia a "esperar recibir" surge la frustración, el enfado o el desánimo.
Esto es así porque cuando entras en el modo "esperar recibir" estás conectando con la carencia y la necesidad, mientras que cuando estás dando estás conectado con la abundancia.
Cuando te estás compartiendo estás en el flujo del amor, eres un canal para ese amor y al permitirte que circule a través de ti tú eres el primero que lo experimenta.
Pero cuando estas en modo "esperar recibir" has cortado ese flujo, te has traicionado a ti mismo negándote a dar aquello que esperas recibir.
Esa " auto-traición " puede darse de muchas formas: por ejemplo piensas en llamar a alguien pero de repente piensas que esa persona podría llamarte a ti si quisiera hablar contigo. Entonces justificas tu punto de vista al verte como alguien "bueno" frente a alguien "no tan bueno". Exaltas tus cualidades de la misma manera que subestimas y enpequeñeces las suyas.
Ahora ya estás seguro de que tú tienes la razón mientras esa persona está equivocada.
Pero si eres honesto contigo no te sientes bien. Y no te sientes bien porque te has traicionado a ti mismo. Has dejado de dar amor y por lo tanto te lo estás negando a ti mismo.
Estamos aquí para dar, para extender el amor que somos, para compartirnos y compartir con los demás nuestros dones. Sólo eso puede hacernos sentir bien: convertirnos en un canal para el amor.
¿Qué es lo que esperas de los demás? Reflexiona sobre la respuesta y empieza a dar eso que esperas recibir.
Conviértete en un canal para el amor.