Convivir con un niño autista

Por Blogdefarmacia.com

El repentino diagnóstico de un caso de autismo en la familia puede llevar a quebrar el equilibrio en la vida cotidiana de todos los miembros de la misma. Es importante saber que convivir con un niño autista no es algo especialmente difícil. Conociendo en profundidad las características de esta enfermedad de origen psicológico habremos dado el primer paso para predisponer de la mejor manera al grupo familiar en este momento tan delicado.

Los niños autistas tienen los mismos sentimientos y sensaciones que los niños que no padecen esta enfermedad, por lo que tendremos que tratarlos en todo momento como tales. A pesar de que tengan una incapacidad más o menos variable para expresar y comunicar sus pensamientos y estados de ánimo, los niños con autismo tienen una gran vida interior.

En la dinámica familiar cotidiana puede ser una buena idea incluir elementos que ayuden a establecer un lazo con el niño autista. La música, los juegos con gestos y señas, las mímicas y otros recursos similares pueden ser de gran ayuda para facilitar la convivencia y crear nuevas vías de comunicación a nivel familiar. Cuando reciba a invitados siempre procure integrar al niño autista a las reuniones. De esta manera se sentirá parte importante de la familia y estará a salvo de posibles sentimientos de auto-rechazo (lo que retardaría cualquier pronóstico favorable).

En las familias en las que ya hay otros niños pequeños será necesario hablar con los hermanos del niño autista para que sepan cómo deben tratar al nuevo miembro de la familia. Dado que probablemente no vayan a compartir los mismos juegos es importante fundar el respeto mutuo y demostrarles el valor de cada uno de ellos más allá de la forma en que se relacionan con el mundo.