Por ejemplo: Tomad la sencilla planta de la casa Schildt, de Alvar Aalto y copiadla tal cual, pero poniéndole un dormitorio más. ¡Uf! Qué difícil. Intentad hacerlo. Tal vez acabéis con toda la casa desarmada, y al principio parecía fácil. O bien, en esa misma casa, suprimid la elevación del cuarto de estar. Aalto lo elevó para tener mejores vistas sobre el mar. Imaginemos que en vuestra casa no hay esas buenas vistas, o que la familia prefiere la comodidad de tener toda la planta al mismo nivel. Vale: pues quitáis los peldaños y ya está. Empezad a hacer secciones y alzados, a ver qué pasa. Copiar tiene su miga.
Además, tenemos que tener en cuenta que Alvar Aalto también copió, y que adquirir su estilo le costó muchos años de duro trabajo y muchas obras construidas.
Todos los artistas, todos los profesionales, todos los artesanos, todos han copiado. Hemos copiado. Lo que importa no es copiar, sino saber elegir buenos modelos y buenos maestros para copiarlos.
(*).- Hay algunos casos sorprendentes, como el del avión. Le Corbusier cuenta en Vers une architecture que durante siglos el ser humano intentó diseñar un aparato volador con premisas equivocadas. Gente muy creativa y muy observadora pensó que para volar había que copiar a los pájaros. Si uno estudiaba el vuelo de los pájaros hasta entender por qué se producía y cómo funcionaba, podría copiar el proceso y construir una máquina capaz de volar.
Fracaso. Fracaso tras fracaso. Una máquina y otra. Alas más grandes. Mayor potencia de batido de las alas. Nada. Fracaso.
Alguien tuvo que pensar fuera de la caja y plantear el problema desde premisas físico-teóricas para concebir otro paradigma: Un plano sustentador no batiente que, propulsado a suficiente velocidad, se elevara gracias a la fuerza de resistencia que oponía el aire. Nada de batir: La solución fue lanzarse con unas alas diseñadas con determinada sección, estudiada aerodinámicamente por fórmulas abstractas y teóricas, y no observando pájaros (que en determinados momentos también toman esa estrategia).
En todo caso, la mirada creativa que observa de lado, que cambia la perspectiva y se sale de lo trillado parte también, al menos en los procesos iniciales de tantear lo existente hasta el momento, probar y trabajar con ello.