Coraje y valor puestos azul sobre blanco

Por Mimundolosmios

“¿Hay una posibilidad entre mil de que salga adelante?” fue lo que Cristina, mamá de Laia preguntó al médico que les dijo más o menos que se fueran despidiendo de su bebé recién nacido, que no sobreviviría. En ese momento una mancha negra empezó a llenar su vida…

“Una posibilidad entre mil” también es el título de la novela gráfica que Cristina y Miguel A. dibujaron y escribieron para contar los tres primeros años de vida de Laia, si de Laia, porque esa posibilidad a la que se agarraron como “clavo ardiendo” se dio y no fue casualidad, ni “regalo divino”. Esa posibilidad se dio gracias al trabajo, esfuerzo, valor y coraje de unos padres que no se resignaron a un diagnóstico fatal, al gran árbol de ramas y raíces fuertes en el que se convirtió la familia, al personal médico que les acompaño en el camino…

No soy lectora de cómic y “Una posibilidad entre mil” la puso en mis manos mi hermano mayor hace un par de años diciéndome “creo que este te va a gustar”. No pude soltarlo hasta que lo acabé, lloré desconsoladamente con muchas de sus páginas, me asombré hasta el infinito de la forma en que esta pareja había llevado su crianza y me avergoncé de haberme quejado de alguna de las cosas de las que me he quejado en mis primeros años de crianza…

Traigo hoy el tema aquí, no solo porque llevaba tiempo queriendo hablar de él, también porque hace unas semanas tuve el placer asistir a un encuentro con los autores. Mi hermano vuelve a entrar en escena un día y me escribe “¿Vas a ir a esto [la charla]? Si esto no es tema de padres para tu blog no se que lo será…” Léase el “tonito” hermano pero esta vez yo ya estaba informada, para algo tiene que servir trabajar en un servicio de información y no me lo iba a perder.

Cristina Duran y Miguel Ángel Giner Box hablaron en su charla de mayo en la Universidad de Murcia de sus obras, experiencias personales en la crianza y sus nuevos proyectos y a mi me dejaron más sorprendida si cabe que cuando leí su novela. La forma en que afrontaron el diagnóstico de parálisis cerebral, el no sentirse héroes en ningún momento, la forma de lucha… Se que me repito pero es que aunque ellos digan que no, “son especiales”, hecho de una “materia prima especial”, de otra pasta.

Me pasé la charla tuiteando todo lo que explicaban, no podía dejar de pensar que todo lo que contaban eran enseñanzas a compartir:

- el que lo que le pasa a Laila y a otros niños no son enfermedades

La parálisis cerebral o el autismo no son enfermedades, son accidentes

- el porqué de los colores elegidos para el libro, dibujado todo en tonos de negro y azul , color de las batas del hospital y los quirófanos

La mancha lo inundó todo

- las metáforas de la mancha negra que inundó su vida y la forma en que consiguieron deshacerse de ella

“Esta página estaba clara desde el principio, la familia fue la que nos quitó la mancha negra”

Adoro esta viñeta, es tan expresiva…

- la representación de su entorno más cercano en forma de árbol cuyas ramas los protegían

Ese árbol grande y fuerte

- la lucha encarnizada por establecer la lactancia contra algunos consejos médico

- La importancia que dieron para que todos tuvieran espacio personal

Me encantó oír a Cristina decir que “era una historia que tenían que contar”, que hacer el cómic fue un proceso de sacarlo todo y agradecer al entorno el apoyo, que fue una forma de darle visibilidad a esta minusvalía y que ahora los recuerdos de aquella época son ese libro. Su planteamiento fue siempre el de contar la historia desde un punto de vista optimista.

En esta charla conocí su segunda novela, también autobiográfica en la que cuentan, que ya que la vida con una niña con parálisis cerebral es fácil decidieron traerse otra de Etiopía. Todavía no lo leído, amenazo con otro post cuando lo acabe.

Quiero dar las gracias desde aquí a estos padres por la lección de vida que me dieron ese 29 de mayo, escuchándoles hablar.

Mi blog tiene un libro dedicado jijijij, ese dibujo se lo curró Cristina en dos minutos mientras hablabamos de ti Raquel, Cuando los sueños despiertan

Mil besos, mil sonrisas

Ana

Nota: todas las imágenes del cómic tienen son propiedad de sus autores y las he reproducido con su consentimiento. Muchas gracias Cristina por facilitármelas de tan buena calidad.