Daniel vive en un reformatorio y quiere ser sacerdote, pero con sus antecedentes no le van a aceptar en ningún seminario. Cuando va a trabajar a un aserradero en un pequeño pueblo, una mentira y un malentendido acabarán con Daniel como párroco de una comunidad con mucho que sanar.
Una estupenda película, fotografía, Bartosz Bielenia como Daniel y el resto del elenco actoral, ambientación, ritmo, guion,...
Una historia que nos enfrenta a una situación en la que una mentira puede ayudar a sanar. Como un impostor se convierte en el sanador de una comunidad que lleva mucho tiempo necesitando ayuda. Y esa ayuda llega de la persona más inesperada.
Una reflexión sobre la fe, sus ambigüedades y contradicciones. Y como los mayores practicantes de una religión son sus peores representantes.