Cosas a las que nadie está obligado

Por Elbioplanning @bioplanning

“El momento más feliz del día es acompañarte a casa. 

Es el momento más triste del día cuando te dejo”

- Love actually

Me encanta ese diálogo de la película. 


Hoy estuve pensando en esas personas que, de una u otra manera, y sé que dicho así sonará un poco brusco: han colaborado a que me mantenga con vida. 
Tantísima gente que en algún momento me ha acompañado/llevado hasta la puerta de mi casa de noche o de madrugada y que incluso han tenido la delicadeza de esperar a que entre y llegue a mi cama sana y salva. 


O los viandantes que andaban por ahí las veces que me caí al suelo y me esguince un pie, o cuando me quemé la mano colando espaguetis por estar distraída, por andar en las nubes, siempre pensando en la vida. 


Y a modo micro, como muestra de algo que originalmente es macro, está aquel camarero de ese verano en el que trabajábamos en el chiringuito de la playa, que cuando cerrábamos, al amanecer, nos llevaba a todos y a cada uno de los empleados a casa, tan contento y sin chistar, porque nadie, ni uno solo de nosotros tenía coche, a pesar de que habíamos aceptado incoherentemente un trabajo fuera de la ciudad. 


Y de pequeños, también hubo gente que se ocupó de que nos mantengamos con vida. Si no fuera por los brazos que nos sostuvieron al aprender a caminar y las manos que nos bañaron, cambiaron, dieron de comer, no estaríamos aquí, que claro, tal vez para alguno que otro no sea gran cosa, pero por medio de la vida es como se puede uno hacer consciente.
Hoy doy gracias a todos los seres que me cuidaron y me cuidan. 


Me acuerdo de ese capítulo de "Sex and the city", en el que Miranda debía viajar y quería dejar a su hijo con su ex. Él muy preocupado le dice que no sabe si será capaz de cuidarlo por sí mismo, a lo que ella responde "Yo trato de no matar al bebé la mitad de la semana y tu tratas de no matarlo la otra mitad". 

Es así de simple.