Mascar chicle: Aunque resulte perfecto cuando no se tiene un cepillo de dientes a mano los movimientos que se realizan a mascar chicle pueden producir arrugas, rompiendo los tejidos de soporte de la piel y produce el exceso de movimiento muscular.
Funda de almohada sucia: Los restos de piel muerta sobre la funda de la almohada puede provocar brotes de acné. Es importante realizar una exfoliación idónea según tu tipo de piel y mantener la correcta higiene de tu funda de almohada.
Uso del teléfono móvil: Piensa desde que te levantas...móvil en el lavabo, encima de la mesa del despacho, se te cae al suelo, en la barra del bar...uyy que llaman! Móvil a la cara. No hay que ser una experta para saber la cantidad de bacterias que pasan en ese momento a tu cara. Todo esto puede provocar brotes de acné por lo que es recomendable limpiar el móvil de forma frecuente con toallitas antibacterianas.
Duchas de agua caliente: Ya sabemos lo reconfortante que resulta una buena ducha de agua caliente en invierno pero no es recomendable abusar de ella. Además de retirar los aceites naturales de la piel, provocar la sequedad de la piel y afectar a los poros de la piel.
Higiene de las brochas de maquillaje: No limpiar las brochas de maquillaje o no limpiarlas correctamente es muy importante, aunque estas no se usen muy a menudo el hecho de tenerlas sobre el tocador hace que se ensucien y retengan polvo y bacterias. Limpiarlas al menos una vez a la semana con un limpiador específico para brochas además de desinfectarlas posteriormente con ello vas a prevenir reacciones alérgicas y brotes de acné indeseables en tu piel.
¡Feliz noche y comienzo de semana!