Cosas importantes sobre la anestesia en tomografía y resonancia magnética en niños

Por Lemalpartida


Un golpe muy fuerte en la cabeza (traumatismo encéfalo-craneano moderado/severo) podría producir una intensa hinchazón del cerebro (edema cerebral) cuyo tratamiento es médico, o un "coágulo" dentro del cráneo (hematoma intracraneano), cuyo tratamiento suele ser quirúrgico.

En ambos casos el resultado será una intensa compresión del cerebro dentro del cráneo produciéndose lesiones severas de estructuras importantes del sistema nervioso central que pueden causar la muerte. Estas lesiones se manifiestan a través de un cuadro clínico caracterizado por suma irritabilidad, letargia, náuseas, vómitos explosivos, rigidez. O sea, síntomas muy aparatosos, que no dejan duda alguna de que algo grave está sucediendo con el niño que acaba de golpearse la cabeza. Pero, si su hijo ha tenido un golpe leve y no tiene ninguno de los síntomas anotados y, en cambio, llora enérgicamente por sus alimentos, está activo (si es lactante) o puede caminar sin dificultad y le ruega dejar la clínica para ir a casa, entonces no tiene ni edema ni coágulos cerebrales y no necesita TAC ni  RM. Dejándolo en la sala de observación algunas horas se descartará cualquier problema neurológico posterior al golpe de cabeza y se evitarán los riesgos de una TAC o RM innecesarias.
Para la anestesia general no será obligatoria una técnica muy sofisticada. Será simple pero segura. No hace falta intubar la tráquea en la mayoría de casos, simplemente se utilizará una mascarilla para dormir al paciente respirando oxígeno más anestésico, se canalizará una vena periférica para administrar sustancia de contraste (si está indicada) y su niño permanecerá inmóvil durante el procedimiento y se despertará a los pocos minutos de finalizado éste.
Por supuesto que lo anterior es tarea para un anestesiólogo competente y de experiencia.