De pequeña para mí el mes de septiembre era mi favorito, no entendía esas pataletas de los niños llorando a la entrada del colegio. Era de esas niñas que si un mes antes no tenía sus libros de texto comprados se sentían mal, muy mal, porque cuando entraba en mi primera clase prácticamente le había dado un vuelta al libro. Me encantaba ese olor al pasar las páginas de un libro nuevo, cargado de tanta sabiduría y tantas cosas por descubrir... sin tachones ni subrayados, un libro virgen para mí.
El mes de septiembre significaba para mí un nuevo reto, mirar en las puertas de mi colegio las famosas listas de alumnos para ver si de nuevo a estaría en clase con mi mejor amiga del año anterior, y si no era posible me decía ¡más gente por conocer! Era el mes de nuevos descubrimientos...
Con el paso de los años se dejan los libros de textos y esas nueva ilusiones por descubrir... Vuelves a tu puesto de trabajo sin penas ni gloria, si acaso las confidencias de alguna compañera que se haya separado de su pareja y poco más.
¡Hay que dar chispa a todo! Esa chispa de nuevas ilusiones y motivaciones, un viaje pendiente que tengas aparcado desde hace años o retomar tus clases de inglés que dejaste a medías (en enero...) Qué más da, la cuestión es encontrar aquello que nos estimule y que nos aporte felicidad.
Te diré algunas sencillas cosas que todos tenemos al alcance y que te harán más llevadera y ¡aventurera! tu vuelta al mes de septiembre:
1. Vuelve a estudiar: Nunca es tarde, si hace años se te daba bien los libros ¿por qué no volver a empezar? ¿Estás en un trabajo que no te gusta? Si es así. ¿por qué no intentas cambiar las cosas? Ahora me dirás eso de... sí es muy fácil cuando no tienes cargas familiares, pues te diré que siempre se tienen cargas familiares y que el tiempo siempre corre en nuestra contra. El hecho de no tener hijos no quiere decir que no tengas ya ciertas cargas familiares ¡a estas alturas de la vida!, por ejemplo padres a los que debes ayudar... Eso no debe de ser un impedimento a la hora de crecer como persona y aprovechar nuestras vidas ¡solo tenemos una!
Hace unos años intenté realizar mi acceso a la universidad a modo de prueba...y ¡suspendí! Cuando vi los exámenes ante mí me maldije por no haber estudiado un poco y traerme mi acceso a la universidad debajo del brazo. Aún así no tiene por qué ser una carrera lo que estudies, puede ser un curso que impulse tus conocimientos, Soy de esas personas que piensan que todos nacemos con un don y hay que explotarlo y sobre todo hacerlo real. Eso de que si trabajas en algo que te gusta no es trabajo no es del todo cierto, todo por mucho que nos guste requiere un sacrificio ¡no lo olvides!
2. Haz lo que te gusta: Soy de esas a las que les gusta hacer mil cosas, bricolaje, cocinar, caminar, escribir, la soledad, la playa, barbacoas en familia... ¿Qué es lo que a ti te hace sentir mejor? No renuncies a ello por muy banal que le resulte a los demás...
3. Ejercicio: Y aquí me voy a reír un poco porque soy una de esas que salir a correr les representa una auténtica tortura. Ahora se ha puesto mucho de moda los ejercicios en casa y no me parece mala idea porque, por poco tiempo que tengas, solo necesitas unos minutos al día para realizar unos simples ejercicios en casa y hacer que te sientas mejor. Soy anti deporte pero debo de reconocer que el poco que práctico me hace sentir genial, te levantas como nueva y, mientras estás sudando y dolorida, te olvidas de todo.
El truco de todo esto es elegir algo que de verdad de motive y te haga sentir bien con lo que practiques. No es necesario acudir todo los días a un gimnasio simplemente mira lo que te gusta, pasear, ir de compras, jugar al tenis... Lo que sea pero muévete y relájate. Da igual lo cansada que estés después del trabajo haz algo de ejercicio físico.
Bueno pues ahora llega lo peor cuando una escribe y se queda en blanco, totalmente en blanco... Pero retomando lo dicho sea lo que sea no te quedes quieta y aprovecha el tiempo en lo que te guste hacer pero ¡haz! No te pongas excusas. Cualquier cosa que hagamos que nos haga sentir mejor ya es todo un beneficio... Y sobre todo aprende a encontrar tu espacio y aquello, que por pequeño que sea, te haga sentir más feliz.