Hola! Hoy comienzo la semana con una reflexión sobre cómo nos encontramos ahora las mujeres que somos mayores y hemos sobrepasado la barrera de los 50 años.
Me acuerdo de una ocasión, hace años, en la que estaba recién casada y acompañé a mi marido a una cena de trabajo, un cóctel en realidad. Pensé que no era necesario arreglarse mucho y fui vestida de manera sencilla pero correcta. Esto es, sin complicaciones, con el tradicional LBD (Little Black Dress), el vestido negro tipo cóctel a la altura de las rodillas.
La cuestión es que yo creía que iba fenomenal. Pero, hijas, cómo cambió mi sensación nada más entrar en el hotel. Estoy segura que a más de una le ha pasado lo mismo que a mi!
Veía a todas las mujeres perfectas, con unos peinados preciosos, unos vestidos maravillosos y maquilladas como de peluquería. Esto hizo que yo me sintiera fatal conmigo misma, me empecé a acomplejar, a reducirme de tamaño y terminé haciendo lo peor que se puede hacer: sentarme en una silla en silencio mirando cómo los demás disfrutaban del evento, con el consiguiente enfado de mi marido por supuesto. Además, eso acrecentó mi sensación de que esas mujeres me miraban por encima del hombro y eran despectivas. Seguramente lo fueron, pero no a los niveles que yo me creía jajaja
Con los años he aprendido a estar más a gusto conmigo misma, a saber respetarme y a sentirme mucho mejor. Y este equilibrio y la vida que disfruto con mis seres queridos, me han llevado a que ahora ya no dejo que me influyan de manera negativa los demás, y mucho menos a que me amarguen una fiesta!
Es importante quitarse de encima las inseguridades, los complejos y centrarnos en cosas, que aunque sean pequeñas, nos hagan felices. Obviamente, no todo es tan bonito ni del color de rosa, y también pasamos por días malos, negros o estamos más desanimadas o enfadadas; pero hay que mirar todo en perspectiva, dormir y ya veréis cómo a la mañana siguiente todo cambia de color.
De todos modos, cuando siento que no estoy a gusto conmigo misma trato de responder a preguntas como ¿me encuentro mal porque quizás he abandonado un poco el ejercicio físico?, ¿me falta inspiración para el blog?, ¿no será que la ropa me queda pequeña porque ha encogido?, ¿estoy negativa porque hace mucho que no quedo con mis amigas?
Puede parecer una tontería pero sentarse un rato y tratar de buscar una explicación lógica (y a veces física) a nuestro malestar soluciona las cosas más de lo que os podáis imaginar!! Y si no, siempre nos quedará un agradable paseo con nuestra pareja, hija o amiga hasta nuestra tienda favorita y comprarnos un pequeño caprichito, como si es una caja de bombones!
La autoestima y la felicidad son dos cosas que creo nunca se deben perder, ¿verdad?
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Hasta mañana!!