Partiendo de la memoria infantil, el trabajo de Carla y Jessica subvierte nuestros recuerdos, una experiencia visceral que conecta el presente con el niño que fuimos o aún podemos ser. Y que mejor forma de vincular presente y pasado que a través de iconos clásicos y modernos, personajes de animación de distintas épocas y orígenes, desde nacionales a un all-star estadounidense y nipón (con algún cameo de la industria del videojuego), todos ellos un refugio y una defensa contra nuestros miedos e inseguridades.
El contraste entre la belleza y lo grotesco, otro de los aspectos recurrentes en el género, también está presente. La radiografía emocional de Still Life II nos habla de entrañas florales y belleza interior. El desafiante porcino de He´s a Cyborg critica al control de las religiones sobre el destino del hombre, y She´s a Cyborg, la versión femenina de la anterior, denuncia el sufrimiento femenino dentro del gobierno del hombre con una frase tan directa como contundente: “Y cuando la mujer pisó la tierra, firmó su sentencia de muerte”.
Estas dos obras, realizadas sobre madera, revelan la versatilidad técnica del binomio, que se desarrolla con la misma habilidad sobre lienzo, papel y, como nota llamativa, sobre papiro, unos trabajos de pequeño formato y gran efectividad.
Como detalle final, dos obras escultóricas, faceta menos desarrollada que abre un abanico de nuevas posibilidades a la carrera de dos artistas que aún tienen mucho que demostrar, nacional e internacionalmente.