¿Crear mis propias fuentes de ingresos? 5 razones para hacerlo ya ¡pero ya!

Por Agustin Grau @agustgrau

¿Mis propias fuentes de ingresos? ¿Crearlas? ¿Cómo? Sí, vamos a ver 5 razones clarísimas: cuando acabes de leerlas quizá comiences a odiarme si no lo has hecho ya.

¿Y por qué tendrías que odiarme? Bueno, no es obligatorio, pero voy a hablar con mucha claridad para que se entienda todo.  Así que si estás habituad@ a dar muchas vueltas para decir las cosas, a andarte con rodeos y a no terminar de afrontar la realidad, prepárate porque puedes sufrir un shock.

 Vamos a decir unas cuantas cosas claras para que puedas odiarme a gusto. 

Otra posibilidad es que pienses que estoy mal de la cabeza o que soy demasiado pesimista.  Pienses lo que pienses, me parece estupendo; lo único que quiero es que escuches.

Aunque quizá algun@ antes de seguir se pregunte qué es eso de crear sus propias fuentes de ingresos.


¿Qué significa crear tus propias fuentes de ingresos? Aquí vas a verlo.
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Empezaremos diciendo lo que no es: vivir de una nómina, vivir del estado o vivir de la beneficiencia. Vivir de esperar y de seguir esperando.

Crear tus propias fuentes de ingresos es organizar tu vida y asumir las riendas de ella. Pensar de qué forma puedes obtener beneficios económicos que te permitan vivir por ti mism@. Crear sistemas de ingresos a través de fuentes como las que comentábamos en el post de la semana pasada: cómo hacer dinero y dejar de preocuparte por él, es decir

  • creando tus propios productos o servicios,
  • comercializando (vendiendo) los de otros, e
  • invirtiendo el dinero generado en generar más.

¿Y hacer todo esto es necesario? Bueno, depende. Para los que aspiren a la libertad personal y financiera diría que sí. Para los que aspiren simplemente a no morirse de hambre, también.

Y sin más preámbulos vamos a ver ya qué es eso que te ha traído aquí:

Cinco razones para crear ya, ¡pero ya!, tus propias fuentes de ingresos.

# 1 El incierto futuro de las pensiones. 

He optado por decir incierto para no empezar demasiado fuerte.

Yo no estoy a favor ni en contra de nada, simplemente me limito a constatar la realidad:

  • Cada vez hay menos personas en edad laboral, por la sencilla razón de que cada vez las personas tienen menos hijos. No creo que se pueda culpar a nadie por ello.
  • Cada vez hay mayor esperanza de vida, por la sencilla razón de que la medicina avanza y cada vez se vive más. Tampoco creo que se pueda culpar a nadie por ello.
  • Crecientes problemas de desempleo en muchos países.
  • Creciente gasto estatal para atender cada vez más necesidades, lo que origina menores partidas disponibles para retiros, pensiones y jubilaciones.
  • Prueba y consecuencia de ello: necesidad surgida en algunos países de utilizar fondos de reservas previstos para emergencias, dado que con los ingresos ordinarios no resulta ya suficiente.

Esto no son hipótesis ni probabilidades, sino matemáticas. 2  más 2 son 4; si en vez de 2 + 2,  son 2 + 1 ya no son 4, sino 3.

Que alguien no quiere creerlo… perfecto, faltaría más, cada uno tiene derecho a pensar lo que quiera y a vivir en su mundo.

Yo, por si acaso, intentaría crear algún producto que me diera regalías, o hacerme con algún bien para arrendar. Así, ya tendría mi propia pensión de jubilación. Por si acaso… no vaya a ser que tenga razón.

# 2 Hacerte inmune a las crisis. 

Las crisis económico-financieras son un fenómeno recurrente cada cierto tiempo. Forman parte de la historia de la humanidad. Si alguien (es decir, tu gobierno) te dice que ha tomado las medidas oportunas para que eso no vuelva a ocurrir, tienes derecho a pensar que o bien miente o bien no sabe de lo que habla. Ambas hipótesis son posibles.

También hay quien dice que una crisis se ha superado cuando es más grande que nunca, como si la gente fuera tonta. Esa hipótesis también es posible. Mejor dicho, ambas: la de que la crisis sea más grande que nunca y la de que la gente sea tonta.

Podríamos discutir si las crisis suceden, acontecen o se provocan. Creo que no hace falta que diga lo que pienso. Hay quien opina que las crisis son instrumentos que utiliza el capitalismo más asilvestrado para eliminar competidores de segunda fila, continuar acaparando posiciones de poder y consolidar su control y dominio.


¿Las crisis suceden, acontecen o se provocan? Mejor no hablo...
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¿Con qué objetivo? Bueno, hay gente a la que le gusta el poder y la dominación caiga quien caiga y cueste lo que cueste. A cada uno le da por algo.

Por si acaso resultara que las crisis no suceden sino que se provocan, yo prefiero que las próximas no me afecten (o me afecten lo menos posible). ¿Cómo lo voy a hacer? Preparando mis propias fuentes de ingresos, para que cuando el gobierno de turno me diga que sufrimos una crisis y que no hay dinero para pagar jubilaciones, a mi me pille confesado y pueda echar mano de mi bolsillo.

¡Qué exagerado! Bueno… por si acaso. También pensábamos que los bancos no quebraban (ni blanqueaban capitales).

# 3 Aprovechar el factor tiempo. 

El tiempo corre a favor de los que ahorran y en contra de los que duermen.

En el post los diez mejores pasos para la independencia financiera decía que el segundo factor decisivo era el factor tiempo.

La fórmula del interés compuesto permite obtener ingresos exponenciales reinvirtiendo constantemente el capital empleado en generar nuevos ingresos.

1.000 $ al 2% en un año son 20 $, pero en 10 años, reinvirtiendo capital más intereses, no son 20 x 10 = 200,  sino más, y en 40 años muchísimo más.

Eso quiere decir que constituir una fuente de ingresos de este tipo lo antes posible (principalmente si eres joven) te repercutirá extraordinarias ventajas financieras. De ahí lo de crearla ya, ¡pero ya!

El tiempo corre a favor de los que ahorran y en contra de los que duermen.

# 4 Despertarte. No puedes seguir esperando que te llamen para trabajar. 

A un famoso le preguntaron: ¿qué consejo darías a los que buscan trabajo?, y respondió: que dejen de buscarlo.

Si quieres un empleo puedes crearlo sin que nadie te lo dé.

Si quieres trabajar puedes hacerlo sin que nadie te dé permiso.

Si quieres generar ingresos, puedes generarlos sin que nadie te dé el beneplácito, te autorice, te consienta.

¿Quién manda en tu vida? ¿Tú o el tercero?

Quizá esperaría un puesto de trabajo si tuviera la garantía de que me lo van a ofrecer, pero esa garantía no existe. Nadie está obligado a contratarme. Nadie me debe un empleo. Nadie tiene la obligación de hacerse cargo de mi.

Nadie está obligado a contratarte. Nadie te debe un empleo. Nadie tiene la obligación de hacerse cargo de ti. 

Y aunque te llamen para trabajar, no es garantía ni de que vayas a hacerlo toda la vida, ni de que con lo obtenido puedas vivir.

Así que cuarta razón: despertarte, dejar de esperar.

# 5 Y quinta, algo muy bonito: poder confesar que has vivido. 

La autobiografía del poeta Pablo Neruda lleva por título Confieso que he vivido. Es algo que no todo el mundo puede decir.

Confesar que has vivido significa que no has estado esperando a que te dieran, que no has continuado en ese trabajo que no te gustaba, que no te has limitado a existir, a sobrevivir, a hibernar, a estar vivo, a deambular por el planeta en estado de semi somnolencia, a vegetar como el perfecto borrego domesticado.

Significa que has creado, que has hecho, que has generado, que has puesto en marcha, que has experimentado, que te has equivocado, que has acertado, que has crecido, que has evolucionado, que has aprendido, que has dado, que has recibido. Que has hecho decenas de cosas para que tu día sea pleno.

 

Significa todo eso y mucho más. Y si te preguntas por qué sería conveniente empezar a hacer todo eso ya, ¡pero ya! te diría que por una sencilla razón: la vida se va, el tiempo pasa, y llegará un día en que será tarde, y entonces te preguntarás: ¿he vivido? y quizá no puedas contestar como el poeta: confieso que he vivido.

Pero no quiero que acabemos el post con este tono de tragedia griega y melancolía. Prefiero que termines odiándome por decir que no tienes garantías ni de que contraten ni de cobrar una pensión de jubilación. Así, al menos, la indignación te puede llevar a la acción.

Recuerda que eres un ser vivo y no un vegetal, y que has venido a vivir y no a sobrevivir.

Eres un ser vivo y no un vegetal. Has venido a vivir y no a sobrevivir. 

Recuerda que tienes la vida a tu disposición y que eres un creador. No solamente un creador, sino un creador divino. Recuerda que puedes crear lo que quieras y dirigir tu futuro. Recuerda, en definitiva, que eres libre.

¡Desde ya!

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