Hoy hablaremos de otra medida, adoptada el pasado 13 de julio/17, aunque su entrada en vigor se notó más recientemente: hablamos la de la necesidad de receta para conseguir el Paracetamol de 1 gramo en las farmacias, una norma que afectará a todas las presentaciones que tengan más de 10 unidades.
No es mala la medida en sí misma: el Paracetamol es un fármaco muy peligroso cuando se ingiere por encima de determinadas dosis, aunque no es menos cierto que la decisión afectará (ya lo hace) a la dinámica de nuestras abigarradas consultas: -. Pacientes que vendrán a conseguirlo (ya vienen), porque el farmacéutico les comenta que no puede dispensárselo sin receta. -. Pacientes que tras contarnos sus problemas, terminarán alargando la consulta con un: "Ah, y por último: póngame también una caja de Paracetamol, porque no me lo dan en la farmacia".
Y es que en nuestro país, nuestro singular país que, a pesar de encontrarse en Europa se caracteriza por tener salarios más propios del Oriente Medio, son mayoría los que vendrán a por sus recetas de Paracetamol sabiendo que algunas de sus presentaciones (las más grandes) tienen la cobertura de la Seguridad Social.
En estos días un juez daba la razón a un médico que había denunciado a la administración gallega por sobrecarga laboral. Son muchos, miles, decenas de miles los que tenemos sobrecargas similares y los que pedimos, a nuestros gestores, soluciones inteligentes a nuestros problemas, medidas que tengan en cuenta la enorme presión asistencial que venimos soportando.
Se me ocurre la solución definitiva a todos estos problemas, una solución infalible en la que -sin embargo- nuestros gestores nunca piensan: la mayor carga de trabajo se diluye y soluciona con más médicos...