Como el primero: yo le planteé el tema a Quim. A él le pareció bien. Me tomé mi tiempo para escribir y revisar y le pasé un texto que él, tras lectura reposada y meditación, aceptó sin titubeos ni cambio alguno. Conviene decirlo en público por si acaso alguna malicia...
El segundo texto se titula Credibilidad y reputación y, en el fondo, habla de algo muy parecido al primero: cómo conseguir, en el mundo del vino, el respeto que nace de la espontaneidad de los jóvenes; cómo hacer que el vino y su consumo formen parte, también, de la cadena de transmisión de valores que haga que nuestro mundo sea algo mejor.
Aquí están la reflexión y las propuestas. A ver qué os parecen.