Por Psic. Sonia García * Ayuda Psicológica en Línea - Psicólogos por Internet
No son pocos los casos en los que a consulta vienen parejas o pacientes de forma individual comentando algo similar a esto: “Llego a terapia como último recurso porque ya no sé qué hacer. Mi relación de pareja se está yendo al trasto. Discutimos por todo, apenas nos damos muestras de afecto… Cada vez estamos más distanciados”.
En la evaluación, en bastantes casos encontramos que muchos de estos pacientes o sus parejas están sufriendo un problema sexual. En el mejor de los casos, ese problema lleva presente aproximadamente unos meses o un año, en otros, dos, tres, diez años,… e incluso es posible que el problema se esté dando durante toda la vida de la persona.
¿Por qué no han buscado ayuda profesional antes?
A veces sí han acudido en busca de ayuda al médico de cabecera, al ginecólogo o al urólogo y éste les ha podido recomendar ayuda psicológica o sexológica, pero por diversas razones no han buscado esa ayuda.
Otras veces, aunque el problema sexual está presente, la persona o la pareja llega a acuerdos para que la dificultad no les afecte “demasiado”. Por ejemplo, acordar que no se hacen determinadas prácticas, e incluso acordar que no va a haber intimidad sexual.
En otras ocasiones, y es en la gran mayoría, no buscan ayuda porque creen que el problema se va a solucionar solo: “Si no tengo deseo, ya vendrá en algún momento”, “Si no tengo erecciones, ya las conseguiré con el tiempo”, “Si no soy capaz de llegar al orgasmo, ya llegaré…”. Y así pasan los años.
Las parejas, en un principio, adoptando medidas como hacer acuerdos en el área sexual, pueden “enmascarar” el sufrimiento debido a la dificultad haciendo otras cosas. Si ese acuerdo les funciona y les hace vivir su sexualidad de forma plena y satisfactoria, perfecto, pero la realidad no suele ser así.
La realidad indica que cuanto más se demora en pedir ayuda profesional y ponerse a trabajar para superar la dificultad, más deteriorada llega la pareja a la consulta. Pensemos en parejas que vienen a terapia tras veinte años de relación y que nunca han cumplido el deseo de realizar el coito, o parejas que vienen porque llevan años queriendo tener hijos y no consiguen erecciones.
Cada miembro individualmente sufre, surgen los sentimientos de culpa, el miedo al abandono, la frustración, y todo esto al final se traduce en conflictos en la pareja más allá del terreno sexual. El terreno emocional también acaba afectado, hay parejas que cuando llegan a terapia llevan meses e incluso años sin un mínimo contacto físico. El tiempo pasa y la relación se va desgastando más y más en todos sus ámbitos. Les pregunto que por qué han decidido buscar ayuda ahora y me contestan que “porque esto no se arregla solo y la relación se está acabando, no puedo/podemos esperar más”.
Por tanto, a no ser que sean dificultades muy específicas y puntuales (por ejemplo, dificultades tras el parto, por momentos de ansiedad o estrés, efectos de un fármaco, etc.), los problemas sexuales no tienden a remitir o solucionarse por sí solos.
Necesitan de la voluntad de la persona o la pareja de pedir ayuda profesional y seguramente de realizar una terapia sexual para alcanzar los objetivos que se propongan para superar el problema. Si quieres más información no dudes en ponerte en contacto conmigo. ¡No dejes pasar más tiempo! ¡Te espero en el próximo artículo!
Puedes consultar la publicación original en ¿Crees que los problemas sexuales se solucionan solos? de Ayuda Psicológica en Línea.