Como está ya aquí el fin de semana, os traigo una crema dulce... pero que no tiene nada que ver con otros cremas que he compartido anteriormente, aquí no hace falta cocinar, con un ratito de trajín en la cocina tenemos un postre bien original. La receta la descubrí hace tiempo en un libro de cocina crudivegana, pero le di tantas vueltas que ya casi no se parece a la receta original. Aprovechando que tengo unos aguacates riquísimos que traje de Málaga y que están en su punto óptimo, preparé esta delicia, sin cocinar, sin azúcares industriales y con muy buenas propiedades para la salud... en fin que me lo he comido sin remordimientos!
Ingredientes:
100 g de dátiles
1 cucharada de licor de naranja
3-4 cucharadas de leche de almendras
2 aguacates
2 cucharadas de cacao puro desgrasado del Comercio Justo
Sal o una pizca de cayena
1 tacita de moras congeladas
1 cucharada de granillo de almendra
Se le puede añadir canela, o vainilla, o otra especie a gusto
Elaboración:
Deshuesamos los dátiles, los picamos muy menuditos y se van poniendo en un recipiente pequeño, añadimos el licor, la leche y reservamos. El tiempo de reposo, dependerá mucho del tipo de dátil que usemos, si está muy seco necesitara más tiempo de hidratación y puede que incluso más liquido... en este caso se le añadiría leche, e incluso se le puede añadir toda la leche tibia. Si son jugosos, una hora es suficiente.
Una vez bien hidratados los dátiles los colocamos en el recipiente de la batidora, le añadimos los aguacates troceados, el cacao, la pimienta y trituramos hasta que todo esté integrado.
Cuando tengamos los vasitos listos espolvoreamos las almendras laminadas y lo llevamos a la nevera un par de horas.
Es un postre sin cocción, sencillo, sano... y riquísimo!
El único endulzante de esta crema es el dátil, fruto de la palmera y uno de los principales ingredientes de la afamada repostería árabe. Posee el 70% de azúcar, tiene mucha fibras, ayuda a ralentizar la absorción de azúcares, además es rico en hierro, minerales y taninos.
¡Feliz fin de semana!