Tras unos días de lluvias intensas en éste mes de Abril malagueño, luce el Sol con intensidad, con alegría en ésta tierra que algunos llamamos “El Paraiso,” La primavera se despide por fin del cálido invierno y anuncia con fuerza que los campos, los valles y montañas lucen con alegría sus mejores galas, empiezan a despertarse del largo letargo y siembra nuestros paisajes con una infinita paleta de colores.
El verdor de los valles, de las montañas y bosques, cuajados de encinas, robles, almendros, alcornoques, naranjos, limoneros, olivos y filas interminables de vides hacen de los paisajes malagueños verdaderas obras de arte de la naturaleza en éstos meses de primavera. La luz intensa tras unos días de lluvia incrementa el brillo de los colores que la naturaleza nos regala, el verdor de los árboles, de sus ramas, de los campos sembrados convierten cualquier lugar del campo malagueño en imágenes de un cuadro impresionista.
Es la época de salir al campo, de buscar un arroyo fresco y cantarino, unos árboles que den sombra, de caminar y escuchar la música y los cánticos de la naturaleza malagueña.
En otra época, eran los días propios para pasar un día en familia, cocinar un arroz al aire libre y como no, de recoger espárragos. Sí, era el momento propicio de ésos espárragos silvestres, los llamados espárragos trigueros, que nacen de un pequeño arbusto que brota espontáneamente al pie de los viejos troncos; discretos, firmes, con una gracia liviana, espinosos, tiernos y amargos.
Auxilio de humildes mesas en épocas pasadas, junto con los cardos, collejas, acerolas o paloduz y tagarninas, productos destinados a manos de rebuscadores que vendían sus pobres cosechas silvestres después de rebuscar en caminos y veredas con sólo una navaja en la mano y un canasto donde guardar su colecta e incluso consumían en sus propias casas; la necesidad no le hacía ascos a nada que se pudiese echar en la olla.
Hoy en día, está prohibido por ley recoger espárragos trigueros, pero el cultivo de ésta hortaliza está cada vez más presente en la Comarca de Antequera, produciendo la provincia malagueña el pasado año unas 3.000 toneladas de espárragos, siendo el espárrago verde cultivado en Málaga un producto muy apreciado y valorado en los mercados internacionales por su textura fina, su color verde intenso, así como por sus cabezas más cerradas, independientemente del valor añadido de su sabor, por ser sobre todo en la mayoría de los municipios malagueños, incluido los del Valle del Guadalhorce, cultivos ecológicos.
Es por ello, que hoy en día, el cultivo del espárrago presenta uno de los motores de la economía sobre todo de la Comarca Antequerana. En uno de sus pueblos, concretamente en Sierra de Yeguas, se celebra cada año el “Dia del Espárrago” Una fiesta considerada de singularidad turística, que éste 2019, tendrá lugar el próximo día 5 de Mayo.
INGREDIENTES PARA UNA PERSONA:
PARA ACOMPAÑAR:
Nata especial para cocinar, taquitos de jamón serrano, pimienta negra recién molida.
O BIEN:
Nata, un huevo cocido, pimienta negra recién molida.
LOS PASOS A SEGUIR:
Lavar los espárragos, cortar las puntas de cuatro de ellos y reservar; el resto picarlos en trozos pequeños.
Pelar la cebolla, el puerro y la patata, cortándolos en trozos pequeños.
En una olla pequeña cocer durante cinco o seis minutos las puntas de espárragos en agua con un poco de sal. Una vez tiernas, sacarlas y pasar a un recipiente con agua helada a fin de cortar la cocción y que no pierdan el color. Reservar el agua de la cocción.