Mami, te traigo una bolsa de espinacas ecológicas, me la ha dado Reme para ti.
Espinacas, alcachofas, verduras ecológicas de temporada; otras veces me ha llamado: ¿Toñi, donde andas? que he ido al Mercado de Huelin y me he acordado de ti, te he comprado “pescaitos” de la Bahia. Espérame que voy de camino a llevártelos.
Ella es una bellísima persona, dulce, generosa, educada, culta, elegante, madre y abuela abnegada pero sobre todo, lo que más valoro y le agradezco es lo cariñosa que es con mi hija. Un tesoro para quienes la conocemos y apreciamos.
Ideal para desintoxicarse de tantas comidas copiosas de ésta época del año ¿no creen? Le he añadido unas hojitas, las más tiernas, fritas para darle un toque crujiente, unas gotas de nata, huevo cocido y un poco de jamón al horno que aportarán un toque salado a una crema suave y sabrosa.
Por cierto, en ése afán de aprender sobre los productos y gastronomía, he podido leer que aunque fueron los árabes en el siglo XI quienes introdujeron éste vegetal en nuestro país, su origen se remonta cientos de siglos atrás en el tiempo. Parece ser que los responsables de su consumo fueron los nepalíes, quienes en el siglo VII regalaron espinacas al Emperador de China, extendiéndose su consumo por todo el Continente Asiático y desde allí al resto del mundo.
Las que llegaron últimamente a mi cocina, vienen de más cerquita, de una huerta familiar, ecológica, del Valle del Guadalhorce. Con una parte de ellas preparé una reconfortante y deliciosa crema de espinacas.
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS:
300 grms. de espinacas, un puerro (la parte blanca), una cebolla mediana (blanca dulce), seis cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, dos vasos medianos de caldo de pollo, medio vaso pequeño de leche evaporada (si gusta más potente de sabor, utilizar nata especial para cocinar) y sal .
PARA DECORAR:
Hojas de espicacas, dos lascas de jamón serrano y huevo cocido por comensal, leche evaporada o nata y pimienta negra.
LOS PASOS A SEGUIR:
Lavar bien las espinacas, escurrirlar y cortar en trozos pequeños las hojas más grandes. Reservar enteras dos por comensal para la decoración del plato.
Poner las lascas de jamón en papel de hornear e introducirlas en el horno previamente calentado durante unos minutos (dependiendo del grosor del jamón) hasta comprobar que esté dorado y crujiente. Sacar y reservar.
Picar la cebolla y el puerro en trozos pequeños.