CRESIB y GSK aunan esfuerzos en España para investigar sobre la malaria

Por Fat
El CRESIB, a través de su director, el Dr. Pedro L. Alonso, y el de DDW de GSK, a través de su director, el Dr. Nick Cammack, firman hoy un acuerdo de colaboración para trabajar conjuntamente en la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos antimaláricos, dirigidos a las poblaciones de países con menos recursos, donde la malaria es endémica. El acto de la firma tendrá lugar en el marco de la primera reunión científica de los equipos de investigación de ambos centros, únicos en España y referentes mundiales en la investigación de ésta y otras enfermedades relacionadas con la pobreza.
Este acuerdo de cooperación permitirá aprovechar la experiencia de un centro de investigación básica, respaldado por toda la estructura de I+D de una gran compañía como GSK, y la amplia experiencia clínica e investigadora de un centro de referencia internacional como el CRESIB. De este modo, ambos centros sumaran recursos, conocimientos y experiencia, creando una plataforma de colaboración en materia científica y técnica que permitirá cubrir todos los ámbitos de la investigación en malaria: desde la química y la biología, hasta la clínica y la farmacología, con el fin último de desarrollar medicamentos eficaces que contribuyan a erradicar la malaria en el mundo.
Recientemente el Dr. José Francisco García-Bustos, director de Biología del DDW de GSK y su equipo, han hecho público, a través de tres bases de datos científicas, las estructuras de 13.500 compuestos que cuentan con potencial para convertirse en fármacos antimaláricos, hallazgo que le ha valido la portada del último número de la revista Nature.
Para el CRESIB la investigación en malaria sigue siendo su pilar más sólido, realizando notables contribuciones en el desarrollo de nuevas medidas de control entre las que se incluye el desarrollo clínico y las pruebas de concepto de la vacuna más avanzada hasta el momento, la RTS,S -de GSK-, la investigación de nuevos fármacos o el uso de sulfadoxina-pirimetamina para el tratamiento preventivo intermitente de la enfermedad. Además, el equipo liderado por el Dr. Hernando del Portillo, continua sus investigaciones en la malaria humana causada por Plasmodium vivax en colaboración con GSK, aunando esfuerzos para desarrollar el cultivo in vitro de este parásito, puesto que la falta de esta herramienta ha limitado enormemente el conocimiento de la biología de este organismo para desarrollar nuevos fármacos contra la malaria, por lo que esta investigación resulta especialmente relevante para avanzar en la obtención de nuevos y eficaces antimaláricos.
"La colaboración entre empresas privadas y entidades públicas resulta esencial para lograr el mayor éxito en la búsqueda de medicamentos eficaces para prevenir y tratar la malaria y otras enfermedades olvidadas", afirma Nick Cammack. En este línea, GSK mantiene diversos acuerdos con organizaciones que tienen experiencia en enfermedades de países en desarrollo como Medicines for Malaria Venture initiative (MMVi), con la que colabora desde 2003 en una importante cartera de productos antimaláricos; Global Alliance for TB Drug Development (GATB) y Drugs for Neglected Diseases initiative (DNDi).
Según Pedro Alonso: "La malaria es el paradigma de las enfermedades que son causa y consecuencia de la pobreza y que frenan el desarrollo económico y social de los países endémicos. Iniciativas de colaboración como la de hoy son imprescindibles para poder avanzar en la lucha contra esta enfermedad". Y añade: "Aún queda mucho por hacer para reducir la carga de la malaria en el mundo, la erradicación de la malaria es uno de los mayores retos científicos a los que nos enfrentamos todos. Lograr ese objetivo enormemente complejo constituiría uno de los mayores logros de la historia de la medicina y uno de los grandes hitos de la humanidad, alianzas como la de hoy, representan un paso de gigante para acercarnos más al sueño de vernos libres de malaria para siempre".