Me quedan 2 años para los 30… 2 años para los 30!, sí, 30! Y las redes sociales incrementan mi odio por el maldito deber involuntario de “seguir creciendo (envejeciendo) sin parar”. Ok, la cosa es más o menos así: te metes a Facebook, y plaf! una horda de imágenes de bebés recién nacidos, madres embarazadas, matrimonios o nuevos compromisos comienzan a invadir la imagen central de tu computador, y tú… desfigurando tu sonrisa y pensando: “mmm, me voy a morir sola, soltera y sin hijos…”, terminaré como la señora de “Los Simpsons” esa que tiene un millón de gatos hasta por encima de la ropa. Lo peor de todo no es que la gente tenga hijos, o se case, o se comprometa, sino que lo peor, es que todos los que lo hacen son los amigos que crecieron contigo, o una prima o primo, o uno que otro conocido, y mientras la lista suma y sigue, también suma y sigue en tu corazón esa sensación de estar más solo que nunca.La crisis de los 30 ha llegado a casa, la crisis de los 30 ha llegado a mí… si pudiera expresar esta revelación en millones de dólares, diría que el dolor cuesta alrededor de mil millones. Si pudiera expresar en cifras la derrota diría que es un 100%. Y si pudiese graficar el fracaso, diría que este tiene forma de torta. Si tuviese que expresarla en la vida, la cosa sería más o menos así: dinero que no tendré en el banco con mi marido, un 100% de soltería acumulada, una torta que jamás existirá en mi matrimonio. Y bueno, ya saben que puedo seguir buscándole similitudes a mi vida actual y nueva crisis. “No soy tan mal partido”, me digo para subirme un poco la moral… pero es inevitable pensar que algo va mal contigo. Como no pensarlo si todo lo que ha pasado en tu vida sentimental no ha sido más que interminables fracasos, engaños descarados, mentiras sin piedad y aventuras sin sentido, pero con mucho sexo (si, risa maquiavélica)… Pero, como dice Cameron Diaz en The Holiday: “El sexo, trae sólo problemas, incluso si no lo haces, porque si no lo haces trae más problemas aún”, ya no sé si mi crisis tiene que ver con sexo a estas alturas. Sólo sé que he perdido la fe en el amor y en todo lo que tenga forma de corazón u osito de peluche. A la chucha el amor, ¿o es que acaso todo esto es sólo un disfraz para tapar la decepción? Es parte de la crisis de los 30: no puedo comentarlo con mis amigos afines porque todos están viviendo sus casi 30 de formas estupendas, ninguna se compara a la mía, así que asumo que nadie me entiende. Por favor, no sólo es como yo les cuento. He encontrado cierto reportaje en la revista "Muy Interesante" que dice lo siguiente: Un estudio realizado por Oliver Robinson, de la Universidad de Greenwich (Londres), revela que mucho antes de cumplir los cincuenta sufrimos unacrisispreviacon similares síntomas: inseguridad, depresión, soledad... Ocurrealrededor de los 30 años, cuando los adultos sienten la "presión de triunfar antes de cumplir los 35". Según el investigador, normalmente esta crisis atraviesa fases: primero el "adulto joven" se siente atrapado en sus opciones, siente un fuerte deseo de cambiar, decide dejar su trabajo o su relación sentimental y probar nuevas experiencias, y finalmenterecupera el control y empieza una nueva vida más centrada en sus intereses y valores. Robinson dice que esta crisis es positiva y que el 80% de los sujetos, cuando mira hacia atrás, se alegra de las decisiones que tomó entre los 30 y los 35.¿Positiva? Facebook me confirma que aquí sigo, que mi crisis ya llegó y que pronto me convertiré en la viejita solitaria, típica de las películas. Hasta quizás llegue a Hollywood; hasta quizás termine esta historia y se la mande a Ricardo para que la suba a Ziva8 mientras encuentro al amor de mi vida y mi crisis termina. Pero… alguien me dijo un día, vive cada día como si fuese el último, como si ese fuera tu último respiro, como si no existieran límites, y todos los dolores vividos, que sean sólo el signo de una caída en donde te volviste a parar. Y aquí estoy, teniendo un día negro y viendo todo con el velo de la rabia, cuando en realidad la soledad y la soltería no es tan mala; si lo piensas bien, más aventurillas sin culpa y andar en pelota por la casa, dejando una ruma de platos sucios que nadie te oblligará a lavar, disfrutar lo que más puedas de la cama completa, y no pelear con nadie por el control del play o el control de la tele… seguiré disfrutando de mi soltería empedernida, de mi crisis treinteañera que de seguro mañana se me olvidará.Uno nunca sabe... Trataré de asumir mi fase de cambio con una sonrisa y con muchas donas y café! Ziva8