Según Ana Botella los pagos se harán de forma progresiva conforme a la renta, el 34,3% de los usuarios seguirán sin pagar; el 25,3%, abonarán tres euros al mes; el 18%, seis; el 13%, nueve y el 7,9%, 12 euros. Este sistema de copagos se aplicará a partir del 1 de julio de este año a las personas que accedan por primera vez a este servicio y a todos a partir del 1 de enero de 2014.
Botella ha indicado que esta medida permitirá que el sistema sea sostenible durante los próximos años y que un gran porcentaje de los usuarios actuales, los que tienen rentas por debajo de 460 euros al mes, seguirá exento del pago de este servicio, mientras que un 7,9 %, aquellos que perciben una renta superior a los 999 euros mensuales, abonará 12 euros al mes.
En el sistema actual los usuarios con pensión máxima contributiva pagan la totalidad del coste y por debajo de esta cantidad están exentos de cualquier copago así como todos los usuarios mayores de 80 años independientemente de sus ingresos. Lo que quiere decir que hasta ahora, solo el 2% de los usuarios de la teleasistencia tenían que pagar por la totalidad del coste de este servicio
Otro de los cambios introducidos pero que ha pasado desapercibido son los cambios en el número de comunicaciones efectuadas con los usuarios que se ajustará en función de las necesidades específicas de cada usuario.
Actualmente se llama una vez al mes a cada beneficiario, ahora recibirán una llamada, semanal o quincenal, en función del riesgo social que presenten. Los mayores de 65 años en situación de riesgo severo recibirán dos llamadas semanales, incluidos fines de semana.